Gran avance de investigadores del Conicet sobre el estudio de delfines en la Patagonia hace 20 millones de años
Pudieron dilucidar su morfología funcional, la estrategia de alimentación y su historia evolutiva a través de los años.
Investigadores del Conicet realizaron un gran avance, sobre el estudio de delfines que habitaron la Patagonia hace 20 millones de años. De esta manera, pudieron dilucidar su morfología funcional, la estrategia de alimentación y su historia evolutiva a través de los años.
El trabajo fue liderado por Mariana Viglino, investigadora del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP, CONICET). Además, colaboró Martín Ezcurra, curador de la sección Paleontología de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR, CONICET) y Ewan Fordyce y Carolina Loch, pertenecientes a la Universidad de Otago de Nueva Zelanda.
Durante el trabajo realizado, pudieron describir la ultraestructura del esmalte - que se refiere a su morfología interna - de dos odontocetos del Mioceno temprano, Notocetus vanbenedeni y Phoberodon arctirostris de la Patagonia Argentina. Además de cuantificar la disparidad morfológica en la ultraestructura del esmalte y los dientes en los odontocetos en un marco evolutivo.
“Analizar la ultraestructura del esmalte te da mucha información sobre los métodos de alimentación”, remarcó Viglino.
“Nos puede dar indicios sobre el tipo de presión mecánica que recibía ese diente, si es un diente que el delfín utilizaba para ejercer fuerza o para filtrar el alimento. Esto nos permite sustentar y realizar nuevas inferencias sobre cómo eran los métodos de alimentación y dieta de estos delfines”, señaló la investigadora del IPGP CONICET. En tanto, el estudio se nombró “Para comerte mejor: disparidad morfológica y ultraestructura del esmalte en odontocetos” y quedó publicado en la revista científica Scientific Reports.
Cabe señalar que las especies de delfines Notocetus vanbenedeni y Phoberodon arctirostris vivieron en las costas de Chubut hace 20 millones de años, en un periodo donde se sucedieron varias ingresiones y regresiones del mar, llamado “Patagoniense” e inundaron la Patagonia. De esta forma, cubrió la zona este de Chubut hasta la localidad de Gaiman.
En cuanto a la alimentación, explicaron que “los delfines actuales se alimentan por succión, es decir, atrapan a las presas y las tragan enteras utilizando la succión. Algunos son muy especialistas en este método, como los cachalotes y los zifios, que usan directamente la succión tanto para atrapar a la presa como para tragarla. Y el resto de los delfines atrapan con la boca a su presa y con la succión, la tragan. En base al estudio del cráneo, creíamos que estas dos especies de delfines fósiles utilizaban un método de alimentación como las especies actuales y el análisis de la ultraestructura del esmalte de los dientes apoya nuestra hipótesis. Aunque Notocetus vanbenedeni y Phoberodon arctirostris tienen distintas morfologías en sus dientes, lo cual posiblemente les permitía capturar una gran variabilidad de peces, efectivamente ambos los capturaban con su boca y luego se los tragaban”
Luego de obtener la estructura del esmalte y la morfología de los dientes, los investigadores llevaron a cabo un análisis de disparidad con el objetivo de cuantificar qué tan distintos son los dientes de los delfines fósiles respecto a los actuales, algo que no se había realizado en cetáceos.
“Este análisis nos mostró que efectivamente las especies fósiles tienen un esmalte con rasgos más ancestrales para el grupo respecto a las especies actuales”, señaló Viglino. De esta forma, el estudio arrojó que los odontocetos actuales presentan una mayor variabilidad de morfologías dispares, mientras que los odontocetos extintos eran más similares entre sí. De esta manera, los resultados demuestran que la ultraestructura del esmalte es una fuente para estudios paleoecológicos a mayor escala evolutiva en cetáceos.
“Todo esto son líneas de investigación que nos permiten seguir reforzando nuestro conocimiento sobre cómo y qué comían esos animales, y cómo eran sus interacciones con el resto de la fauna y en el ambiente en que vivían. Son como distintas piezas que nos reconstruyen ese rompecabezas de cómo eran estos delfines que vivían en Patagonia hace 20 millones de años”, concluyó la investigadora.