Habló la señora que le hizo 'fuck you' al presidente: “Lo hice con dolor del alma y corazón”
La mujer, una comerciante de San Martín que mostró su enojo a Alberto Fernández cuando el mandatario se trasladaba con su comitiva por el barrio, aseguró que perdió a su marido por la pandemia, no pudo ver a sus nietos y debió cerrar su comercio.
Luego de que el pasado miércoles se hiciera viral la imagen de una señora que le hizo 'fuck you' al presidente Alberto Fernández obteniendo una insólita respuesta por parte del mandatrio, este jueves la mujer habló sobre el tema y dijo que hizo el gesto "con dolor del alma y corazón”.
Todo comenzó cuando el jefe de Estados se trasladaba en camioneta junto a su comitiva por el barrio bonaerense de San Martín. Al pasar frente al comercio propiedad de Ana María, ella salió y le hizo el gesto obsceno que, confundiéndolo con un saludo, Fernández respondió con un "cuidate, te quiero mucho".
La foto y el video de la escena no tardaron en inundar las redes sociales, donde los usuarios se dividieron entre quienes elogiaban a la señora y quienes la calificaron de 'maleducada'.
“Lo hice con un dolor del alma y corazón. Desde mi dolor hice esa expresión hacia el señor presidente. No le quise faltar el respeto, fue mi dolor”, explicó ella entrevistada por Diego Leuco en Radio Mitre.
En su relato, contó que perdió a su esposo en septiembre del 2020 por Covid-19. “Lo sentaron en la silla de ruedas, le pusieron la máscara de oxígeno y chau, no lo vi más”, recordó sobre el momento de su deceso, minutos después de que ella lo trasladara a un hospital por la demora de la ambulancia.
“A mi esposo lo interné el 1° de septiembre, no lo vi más. El 10 falleció sin poder tener comunicación con él”, explicó previo a agregar que estuvo mucho tiempo sin ver a sus nietos y que incluso tuvo que cerrar su local.
"Lo hice desde el dolor”, insistió, y agregó: “Yo decidí que nos teníamos que cuidar, como el Presidente nos dijo que todo el mundo debía hacer. No dejaba entrar a mis hijos, que estaban desesperados, ni a mis nietos y hacías las compras cada quince días”.
Además, sobre su situación, dijo que fue "sirvienta y no me avergüenza decirlo. Abro el local a las 8.45 todos los días y vuelvo a mi casa a las 9 de la noche. Me duelen los pies y ya no puedo estar de pie todo el día”.