Cada año se producen alrededor de 500 muertes en África por ataques de hipopótamos. Según una investigación publicada en la revista Oxford Medical Case Reports, la posibilidad de que el ataque de un hipopótamo sea mortal está entre el 29% y el 87%.

Afortunadamente, como se hace eco el The Telegraph, un niño de solamente dos años logró sobrevivir a un encuentro con uno de estos grandes animales en Uganda. Por suerte, un vecino vio el ataque del hipopótamo y pudo actuar rápidamente para salvarle la vida.

Tal y como informa Capital FM Uganda, el niño estaba jugando solo cerca de su casa junto al lago Katwe, en la localidad de Katwa Kabatoro. De repente, un hipopótamo lo agarró con sus enormes mandíbulas y trató de engullirlo mientras se marchaba de nuevo para el lago.

Chrispas Bagonza, junto con otros lugareños, fue testigo y trató de salvar la vida del pequeño lanzando piedras al enorme hipopótamo y haciendo sonar las alarmas de la localidad. Ante los golpes y el ruido, el mamífero acabó escupiendo al niño. Fue, sin duda, un auténtico milagro.

Una vez liberado y a salvo, el menor fue trasladado a una clínica cercana y posteriormente al hospital de Bwera, cerca de la la frontera con la República Democrática del Congo, para recibir tratamiento médico por las heridas sufridas en el ataque. Se le administró la vacuna contra la rabia y ya se encuentra con sus padres.

"Se trata del primer incidente de este tipo en el que un hipopótamo se aleja del lago Edward y ataca a un niño pequeño", ha declarado la policía ugandesa en un comunicado.

En este sentido, han recordado a los padres de las localidades cercanas a lagos que cocodrilos e hipopótamos pueden aparecer en cualquier momento y atacar: "Queremos recordar a todos los residentes del municipio de Katwe Kabatoro, situado dentro del Parque Nacional Queen Elizabeth, que permanezcan vigilantes y alerten siempre a los guardas sobre los animales que se hayan adentrado en sus zonas".

La razón del ataque

Los hipopótamos son animales territoriales pero solamente en el agua. Para marcar su territorio agitan su cola mientras defecan, su territorio abarca unos 250 metros. En este espacio se delimitan los derechos de apareamiento, pudiendo abarcar de 7 a 10 hembras. En tierra son animales tranquilos, sin embargo se pueden volver agresivos a falta de comida o agua y pueden llegar a alcanzar velocidades asombrosas. Son animales herbívoros que se alimentan de plantas terrestres y acuáticas, aunque también se tiene datos que pueden consumir carne, generalmente carroña, ya que su estómago soporta y puede digerir la carne.

En el momento que se produce una lucha territorial, el comportamiento es muy agresivo pero los machos no llegan a matarse, generalmente finaliza cuando queda claro quién es más fuerte. Se han registrado casos en los que las hembras matan al macho dominante, pero esto solo sucede si él intenta matar a sus crías, por superpoblación por ejemplo.

Fuente: Clarín

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