Inauguró una escultura frente al mar en el "Día de la Infancia", pasaron 72 horas y la destruyeron
El reconocido escultor Carlos Canío Abraham hizo una obra para que jueguen los niños en la playa. Pero no duró en pie ni una semana. La indignación del artista plástico que, tras el acto de vandalismo, reparó la escultura con la ayuda de su hijo.
Bastaron tres días para que al artista plástico, Carlos Canío Abraham, se le borrara la sonrisa de la cara después de haber inaugurado su obra dedicada a la infancia.
El viernes Abraham presentó con la alegría de un niño que acaba de recibir juguete, la escultura "Sentadito en la playa" que montó en Playa Unión, frente al mar, pasando la cantina de Marcelino para que la puedan disfrutar grandes y chicos.
Ese día bajo el sol, el reconocido artista plástico invitó a las familias a que se acercaran a visitar la escultura de la silla con el baldecito y la palita, que rememora los tiempos en que los adultos de hoy y niños de ayer hacían castillos de arena.
"Queda formalmente inaugurada mi escultura en el mes de la niñez dedicada a la niñas y los niños. Vengan a sacarse fotos. Los esperamos. ¡Vení a sentirte niño otra vez!", anunció Abraham con entusiasmo.
"Está realizada con buenos materiales y con buenas intenciones; cuídenla como propia y tengan en cuenta que la crítica mal intencionada es una forma mas de vandalismo; mi obra está hecha con amor y mucho esfuerzo", había pedido Abraham al presentar su escultura.
La obra "Sentadito en la playa" fue realizada con la colaboración del EMRATUR, el ente turístico de Rawson, y del área de Obras Públicas de la Municipalidad. El artista recorrió la zona buscando hierros y otros materiales con la ayuda de amigos y vecinos.
El domingo la ilusión de volver a la infancia había sido reemplazada por la tristeza y decepción de ver la obra destruida.
"No es cuestión de andar reparando detrás de quienes rompen lo que otro construye. La mayoría de la gente sabe que esta escultura es de todos. En septiembre colocaremos otra más, espero que no pase lo mismo. Ahora sí: a sacarse fotos en este juguete diseñado para grandes", señaló el artista plástico.
Finalmente, Abraham recuperó la alegría al restaurar en las últimas horas, con la ayuda de su hijo "Cami", la obra destruida en un acto de maldad que todavía no se explica.
El artista le agradeció a las familias del lugar que le prestar electricidad para poder hacer las tareas y a todos los vecinos que se solidarizaron con él repudiando este acto lamentable de vandalismo.