GAN GAN - Hace casi diez años, el peón Raymundo Pino salió de su casa para trabajar en una estancia. Era 2011, cuando el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle había cubierto todo de ceniza. Nunca más se supo de Raymundo.

Desde el 5 de noviembre de este año, se busca a Narciso Pino, de 50 años. Salió de su casa para colocar un alambrado. Y no aparece. Raymundo y Narciso son primos. Y ambos se dedican a lo mismo: cambiar alambrados. Y cerca del mismo pueblo, “El Embrujo".

Como lo habían hecho con su primo, a Narciso lo están buscando de todas las maneras posibles. A caballo, con drones, con perros. Llegó a la zona personal especializado de la policía. Pero hasta ahora, nada. “No puede ser que corra la misma suerte que su primo. Debe estar en alguna cueva, escondido. Seguro se perdió. Últimamente tomaba mucho alcohol”, dicen en el pueblo.

Para agregar otro dato amargo, Gan Gan, un pueblito de la meseta patagónica de solo 600 habitantes, que no tenía ningún caso de covid-19, estalló en contagios de la enfermedad. Fue con la llegada de la gente para la búsqueda del peón. Gan Gan tiene ahora 40 casos activos y más de cien personas aisladas. Demasiado para una comunidad tan chica que durante casi nueve meses se mantuvo a salvo de la pandemia.

“No se va a frenar la búsqueda”, aseguró el comisario de Gan Gan, Andrés Oscar Ibáñez. Narciso Pino es un poblador de la zona de la meseta. Se ausentó de la Estancia Los Gurices, en la zona de Talagapa, al norte de Gan Gan, localidad rural ubicada a 400 Kilómetros de Rawson.

Esto pasó el 5 de noviembre. Se presentó el administrador del establecimiento Los Gurices, informando que había concurrido al establecimiento, a 50 kilómetros de Talagapa, para llevarle mercadería a Narciso Pino y descubrió que él no estaba”, le dijo el comisario Ibáñez a Clarín.

“En el lugar no había rastros de violencia que hagan presumir que hubo un hecho delictivo. Se iniciaron las tareas de búsqueda, pero hasta el momento no fue hallado”, contó el comisario, que agregó que los perros rastreadores siguieron el rastro de Narciso Pino por 30 kilómetros hasta la zona conocida como Bajo Hondo o Guanaco. A Pino lo buscan pobladores, personal de canes de Trelew y Puerto Madryn, personas a caballo, en moto y caminando. "Hemos encontrado pisadas, él usaba alpargatas, se encontraron rastros y se orientó la búsqueda con los canes. Pero no se lo ha hallado a él o al cuerpo", detalló Ibáñez.

El comisario agregó que la zona tiene dificultades  para la búsqueda. “En ese sector donde se perdió, en Talagapa, hay zonas con hondonadas, cuevas y aguadas. El terreno es dificultoso”, señaló.

La búsqueda continúa con personal de Gastre, Telsen y Gan Gan. “Se buscó por helicóptero de Gendarmería y también se solicitaron drones, para tener vista aérea. Lamentablemente, no tenemos indicios, pero no se va a frenar la búsqueda”, aseguró el policía.

Una de las hipótesis es que Narciso Pino padeció alucinaciones y se internó en el campo. “Pino había concurrido a hacer alambrados. Lo llamativo es que en el lugar [en el establecimiento los Gurices] había comida en la mesa. Y también había azufre en la estufa a leña. En la investigación, entrevistando a sus dos hijos, se les consultó, e informaron que él lo hacía cuando escuchaba voces o veía cosas. Usaba azufre para ahuyentarlos”, sostuvo el comisario Ibáñez.

"Ese lugar se conoce como puesto Las Brujas, donde los pobladores dicen que se escuchan voces y ruidos, que hacen que la gente del lugar o trabajadores se vayan y no quieran trabajar", detalló el comisario, que así justifica la presencia de azufre en el fogón: “Usaba el azufre para ahuyentar malos espíritus”.

Pino es alcohólico y la hipótesis que maneja la policía, avalada por los hijos, es que la falta de bebida le generó alucinaciones y ante ellas el hombre se habría internado en el campo. "Esta persona es oriunda de la localidad, conoce la zona. Es de caminar, no usa caballos, sino que camina de 20 a 30 kilómetros por día”, explicó Ibáñez. En la misma zona, hace diez años, Raymundo Pino, primo de Narciso, también desapareció sin dejar rastros.

Raymundo había salido de Gan Gan rumbo a la misma estancia y nunca más se supo de él. Al igual que su primo, se dedicaba a cambiar y arreglar alambrados. La desaparición puede tener una explicación: fue en la época en que la ceniza del Puyehue-Cordón Caulle cubrió toda la zona. Había lugares en que la ceniza superó los dos metros de profundidad. Mató ganado. Provocó muchas pérdidas. Es Posible que Raymundo Pino, quien tampoco usaba caballo, se haya desorientado.

Aquella búsqueda también fue dificultosa. Narciso continúa desaparecido. Y ahora el pueblo piensa que la estancia El Embrujo tiene mucho que ver. Los ruidos extraños y las voces de origen desconocido ya son voz popular. “Cosa e'mandinga”, dicen. La búsqueda de Narciso continúa. Y, dijo el comisario Ibáñez, no pararán hasta encontrarlo.

Fuente: Clarín / Fotos: Jornada

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