Invierno, frío y tarifas altas: cómo ahorrar en el consumo de gas y electricidad

El invierno es la época en que se suele consumir más energía dentro de los hogares. Es que, al durar varias horas menos la luz diurna, tenemos que encender lámparas y veladores por más tiempo, y los sistemas de calefacción -sea cual sea en que tengamos instalado en nuestro hogar- funcionan casi sin descanso.

Sin embargo, hay algunos tips que uno puede seguir para intentar mantener el consumo de energía -tanto de gas como de electricidad- lo más acotado posible sin vivir a oscuras ni que la casa se convierta en una heladera.

ELECTRICIDAD

Si para calefaccionarnos usamos aparatos eléctricos, es importante saber que algunos consumen mucho menos energía que otros. Por ejemplo, los paneles eléctricos que consumen 0,60 kw por hora se vuelven la vía más adecuada si se quiere conseguir un ambiente cálido sin que la factura del servicio eléctrico se ponga al rojo vivo. 

El radiador eléctrico estándar se encuentra también entre los que menos gastan por hora de consumo (0,96 kwh), mientras que calefaccionarse con el aire acondicionado está en tercer lugar, siempre y cuando el equipo se coloque en los 20° modo calor (1,01 kwh).

Hay que estar atento a que, como reza el dicho popular, "lo barato puede salir caro", y muchas veces al comprar un aparato eléctrico para calefaccionarse de bajo costo puede impactar en gran medida en el consumo eléctrico, resultando a la larga en un desembolso de dinero mayor que si eligiéramos un equipo más apropiado. 

De esto podemos citar dos opciones que suelen ser económicas para comprar, pero no al consumo mensual: la estufa de cuarzo de dos velas gasta 1,2 kwh (el doble de un panel calefactor) y el caloventor, que pese a que suele ser de tamaño pequeño, insume 2 kwh.

GAS

Es fundamental que los calefactores a gas estén funcionando bien, no solo porque podrían estar emitiendo monóxido de carbono, un gas inoloro que año tras año causa muchas muertes e intoxicaciones, sino para optimizar su funcionamiento generando el máximo de calor con el mínimo de consumo.

Si hay algún sector de tu casa que no se utilice, no mantengas el calefactor en piloto: apagalo. Por poco que parezca, esa pequeña llamita suma. Calentá sólo los ambientes que utilices. 

Los especialistas recomiendan también no exagerar con la temperatura, aunque muchos disfruten andar en remera dentro de su hogar en invierno eso puede llevar a un consumo desmedido. Sostienen que mantener la temperatura en 20ºC es un valor razonable, y señalan que bajando la temperatura en 1º C, podés ahorrar hasta un 10% en el consumo de gas del calefactor.

No usar más calor del necesario también aplica para la cocina: usá una hornalla adecuada al tamaño del recipiente (si la llama sale por fuera, pierde calor). Disminuí el calor cuando alcance el punto de ebullición y apagala si no la usás. Nunca usar el horno para calefacción: es ineficiente y peligroso. (consume la misma cantidad de gas que tres hornallas)

Finalmente, sugieren setear los termostatos y calefones a la temperatura de uso de agua, evitando así que se deba mezclar con agua fría porque sale muy caliente (exceso de consumo de gas)

CONSEJOS PARA AHORRAR ENERGÍA

1. AISLAR BIEN (y que no entre el "chiflete")

Chequee ventanas y puertas para minimizar al máximo las filtraciones de aire frío. Ayudarse con burletes o masilla para aislar aberturas. Utilice sistema de doble vidrio de ser posible. Durante el día, abra persianas y cortinas para aprovechar la luz y el calor natural que brinda el sol. Durante la noche, cierre bien las ventanas y baje las persianas para proteger las superficies vidriadas del frío y así ayudar a aislarlas.

Cierre los ambientes que no esté utilizando para evitar pérdida inútil de energía. Para renovar el aire de los mismos, es suficiente abrir las ventanas de 5 a 10 minutos. Recuerde apagar la calefacción cuando deje un ambiente.

2. USAR TERMOSTATO (si es posible, para evitar "pasarse" de calor)

Es fácil llegar a la casa, sentir frío, y "darle al máximo" a la calefacción. Y así de fácil, también nos pasamos y de repente hace demasiado calor y tenemos que ventilar un poco. Incorporar en la instalación un termostato o un reloj programador para determinar la temperatura deseada y el horario de funcionamiento, especialmente si tiene calefacción central, es de gran ayuda. Y, si siente demasiado calor, no abra las ventanas, cierre la llave de los radiadores o ajuste el termostato de su caldera a una temperatura razonable. No cubra los radiadores con muebles o cortinas, ya que así se desaprovecha la energía. Además, evite posible accidentes. 

3. VIGILE LA HELADERA (y el freezer también)

Estos equipos explican el 30% del consumo de una vivienda promedio. Mantenga una temperatura de 6º en el compartimento de refrigeración y de -18º en el de congelación. Cada grado que reduzca la temperatura, aumentará, innecesariamente, un 5% el consumo de energía. También tenga en cuenta que las partes traseras deben estar separadas de las paredes por al menos 20 centímetros y conservarse limpias y ventiladas. En malas condiciones consumen hasta 15% más.

Descongele antes de que la capa de hielo alcance tres milímetros de espesor y así se podrá conseguir un ahorro de hasta 30%.

Para evitar pérdidas de frío compruebe que los burletes de las puertas estén en buenas condiciones y cierren correctamente.

4. AHORRAR AL BAÑARSE (agua, energía y tiempo)

Utilice el agua caliente necesaria. No derroche agua ni gas que son recursos limitados. Si al tomar un baño, deja que el agua se caliente demasiado, tendrásque mezclarla con agua fría, con el consiguiente desperdicio de energía. Para entibiar el agua caliente, no es necesario agregar agua fría, sino regular la llama desde el calefón. Así, también, prolongará la vida útil del artefacto.

5. ROPA LIMPIA CON MENOS ENERGÍA (y jabón)

La mayor parte de la energía que usan los lavarropas (del 80% al 85%) se utiliza para calentar el agua. Por lo tanto, lave -siempre que se pueda- con los programas de agua fría. Intente que trabaje siempre a plena carga. Use solo el jabón necesario, pues su exceso produce mucha espuma y hace que el motor trabaje de más.

6. AMÍGUESE CON LAS ARRUGAS (o planche de una manera más eficiente)

Revise la superficie de la plancha: debe estar siempre limpia para transmitir el calor de manera más uniforme. Rocíe ligeramente la ropa sin humedecerla demasiado. Planche la mayor cantidad posible de ropa en cada sesión. Trate de hacerlo fuera de los horarios de mayor consumo.

7. SI NO LE PRESTA ATENCIÓN, NO LO PRENDA 

Encienda el televisor solo cuando realmente desee ver algún programa. Si varias personas del hogar van a ver el mismo programa, intenten que sea en el mismo aparato. Lo mismo con la radio u otros dispositivos, no los deje encendidos "por costumbre" en un ambiente en el que no hay nadie disfrutándolos.

8. DESCANSO A LA COMPUTADORA (por un rato al menos)

Las computadoras se encuentran entre los diez equipos que más consumen en el hogar. Apague el monitor si no va a utilizarla por cierto tiempo. Prenda los periféricos solo cuando los necesita y no la deje encendida durante la noche.

9. COMPRAR DE FORMA INTELIGENTE (prefiriendo aparatos de menor consumo)

Si piensa adquirir electrodomésticos como un aire acondicionado, heladera o lavarropas, consulte acerca de su etiquetado energético. Le permitirá conocer de forma rápida la eficiencia energética mediante un código de colores y letras que van desde el verde y la A para los equipos más eficientes, hasta el rojo y la G para los equipos menos eficientes.

El consumo de energía, para prestaciones similares, puede llegar a ser casi tres veces mayor en electrodomésticos de clase G, que en los de clase A.

10. UN TRAPITO PARA MEJORAR LA ILUMINACIÓN 

Mantenga limpias las lámparas y las pantallas aumentará la luminosidad sin aumentar la potencia y podría suponer un ahorro de hasta un 20% en el consumo eléctrico para iluminación. Una lámpara sucia o en mal estado pierde hasta un 50% de su luminosidad.

Adapte la iluminación a sus necesidades y de preferencia a la iluminación localizada: además de ahorrar conseguirá ambientes más confortables. Además, en garajes, zonas de tránsito, entradas, parques, es interesante colocar detectores de presencia para que las luces se enciendan y apaguen automáticamente, así como usar luminarias exteriores equipadas con fotocélulas o temporizadores, con apagado diurno.