El precio de la carne aumentó alrededor de un 14 por ciento en el lapso de un mes, entre el 15 de febrero y marzo último, según un relevamiento del Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, dirigido por César Herrera. Las variaciones más importantes se registraron en cortes como cuadrada, que se utiliza para milanesas, que saltó un 24 por ciento, al pasar de 1.218,43 a 1.509,43 pesos, mientras que la bola de lomo, con un 23 por ciento, se elevó desde un promedio de 1.290,93 a 1.586,15 pesos.

El relevamiento fue elaborado sobre valores ofrecidos por supermercados de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, a través del Sistema de Precios Claros, que se publica en forma electrónica.

La colita de cuadril subió 13 por ciento, de 1.565,56 a 1.764,90 pesos, mientras que la nalga, otro de los buenos cortes para milanesas, se ubicó en 1.517,40 pesos, subiendo un 7 por ciento.

Entre los cortes de valores más bajos, se cuentan la paleta, con 1.099,90 pesos, subiendo un 15 por ciento en relación a febrero y la carne picada común subió un 14 por ciento en el período revisado, saltando desde 929,80 pesos a 1.059,80.

El vacío se incrementó un 13 por ciento en el mes de referencia, ubicándose en un valor de 1.265,30 pesos, mientras que el asado sin hueso presentó valores de 1.244,90 pesos, subiendo un 14 por ciento.

La carne de pollo se mantiene con uno de los precios más bajos, en 433,58 pesos, aunque el aumento fue bastante importante en lapso de medición, con casi un 16 por ciento.

Reducción del consumo de carne por habitante

En otro orden, el Observatorio de Economía consignó que el consumo de carne por habitante se redujo en febrero de 2022 a 48 kilos por habitante, en una tendencia descendente luego de un pico de consumo del año 2008, cuando se alcanzaban los 68,9 kilos por habitante. La reducción, en ese período, equivale al 30,4 por ciento.

El gasto en Alimentos y bebidas no alcohólicas representa el 22,8% del gasto de consumo de los hogares a nivel nacional. El 14,5 por ciento del gasto de consumo se destina a Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, mientras que el 14,4 por ciento se asigna a Transporte.

La región Patagónica, con 20,7 por ciento y Gran Buenos Aires (GBA) son las regiones con menor proporción de gasto en Alimentos y bebidas no alcohólicas del país.  

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