La cesión de tierras de YPF al municipio permitirá regularizar un asentamiento de zona norte y proyectar la venta de lotes fiscales

El secretario de Planeamiento Urbano de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, Luis Ferrero, describió cuatro líneas de acción que se desprenden a partir del convenio de cesión de tierras que pertenecían a YPF. 

Comodoro tiene una deuda histórica por su crecimiento sin planificación desde su fundación. Esto tuvo como resultado actual los asentamientos ilegales en diferentes zonas de la ciudad y barrios sin orden catastral. Lo que llevo a que Comodoro tenga hoy 14 villas y 20 asentamientos en tierras fiscales, los datos surgen del Relevamiento Nacional de Barrios Populares (RENABAP). 

🔸La primera es la que favorece a 9 clubes de la ciudad, que funcionan en tierras que pertenecían a la petrolera y a partir del acuerdo podrán regularizar su dominio y consolidar proyectos de crecimiento.

🔸La segunda, según explicó el funcionario, se vincula a la posibilidad de recuperar tierras para uso público, como ocurre con un lote que vincularía al chalet Huergo con el futuro parque de la ciudad.

🔸La tercera línea de trabajo es para recuperar tierras que a futuro saldrán en ofrecimiento de venta pública, una vez que se avance con la mensura y solución de algunas complejidades, ya que en muchos casos todavía se ven afectadas por instalaciones petroleras.

“No se puede precisar cuántos lotes podrían recuperarse porque son macizos con sus problemas, con instalaciones petroleras y hay que ver cuánto podemos recuperar. Lo importante es que se ha dado este primer paso, que era la condición fundamental para que podamos comenzar a trabajar en el ordenamiento de esas ‘manchas’ de tierras que fueron quedando en la trama urbana y que eran propiedad de YPF, por lo que nosotros no podíamos intervenir”,  explicó el funcionario, en diálogo con Actualidad 2.0.

🔸Una cuarta línea de trabajo que se abre es con ocupaciones ilegales de tierras que pertenecían a la petrolera y a que a partir de la cesión al municipio podrá comenzarse a trabajar en la regularización.

“Este es un tema que preocupa a muchos habitantes y el municipio no tenía margen de acción, pero ahora podremos comenzar a relevar las situaciones y ver cuáles son posibles de regularizar, porque no toda ocupación ilegal tiene que ser reconocida, pero hay que hacer un estudio de cada situación y ver qué medida se pueda regularizar”, dijo.

La principal de esas zonas es la que se conoce como sector 34, en barrio Presidente Ortiz, frente al Predio Ferial. “Nosotros no habíamos podido intervenir desde Tierras, porque todo eso estaba a nombre de YPF, pero ahora, al pasar a dominio fiscal, es decir de todos los comodorenses, podemos tomar intervención”, precisó.

Fondos nacionales para llevar servicios a barrios que nacieron como ocupaciones ilegales

Además del convenio con YPF, Ferrero se refirió al registro de 34 asentamientos que fueron relevados en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), a partir de lo cual se trabaja con programas nacionales para disponer de fondos que permiten comenzar a dotar a esos sectores de determinados servicios básicos de infraestructura.

Como ejemplo de esos programas, mencionó el que involucró al COMIPA, en la zona norte de la ciudad, a través de un convenio con la Secretaría de Energía de la Nación, que dispone fondos para la regularización de redes e instalaciones eléctricas en el lugar, donde residen más de 300 familias.

También mencionó otros programas vinculados a barrio Las Américas y sectores de barrio Stella Maris: “Son todos programas que como el PROMEBA (Mejoramiento Barrial) o PROINEN (de Inclusión Eléctrica Nacional) permiten dotar de servicios, a zonas que a lo largo del tiempo se fueron generando de manera irregular pero se consolidaron y hay que tratar de regularizar. Hoy cuentan con la cobertura de Nación, a través del RENABAP y debemos trabajar desde todos los estamentos del Estado para ir avanzando en las necesidades básicas de infraestructura”, detalló.

En ese trabajo, indicó que muchas veces hay situaciones poco gratas, ya que no todas las viviendas pueden permanecer en una ocupación, para liberar espacios necesarios para la traza de calles, que pueden servir para el ingreso de una ambulancia o los bomberos, como también para poder proyectar la futura instalación de redes de servicios.