La historia de la docente jubilada de Comodoro que enseña recetas de cocina a través de Youtube
A Betty Pérez siempre le gustó aprender, por esa razón, nunca esquivó los nuevos desafíos. Es técnica Constructor de tercera y estudió tecnicatura en Turismo, pero nunca ejerció ninguna de las dos carreras y dedicó su vida a la docencia, siendo preceptora de la ENET 1. Ya jubilada dedica sus días a los mosaicos, la creación de murales y ahora como youtuber, enseñando recetas saludables a través de internet con la ayuda de su nieta. “Yo heredé la cocina de mi mamá. Era una cocinera monumental y una repostera espectacular”, dijo a ADNSUR.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - “Hola, ¿cómo están?. Me quiero presentar: soy Betty Pérez, vivo en Rada Tilly, una bellísima localidad a la orilla del océano atlántico, en la provincia del Chubut, en la Patagonia Argentina. Quiero que me conozcan y sepan que les voy a ofrecer un ciclo de recetas muy fáciles, lindas, porque amo la cocina, me parece muy creativa y mame la buena cocina de mi mamá”.
Con esas palabras la protagonista de esta historia, una docente jubilada nacida en Comodoro Rivadavia, se presenta en su canal de Youtube, el lugar que encontró en plena pandemia para compartir el hobby que la acompañó toda la vida, gracias a la herencia de su madre.
LA HISTORIA DE BETTY
Betty creció en Kilómetro 8, barrio donde se encuentra emplazada la histórica Petroquímica, empresa donde trabajó su padre.
En diálogo con ADNSUR cuenta que allí vivió hasta los 18 años, y luego dejó la casa familiar y se fue a vivir al Centro, donde residió prácticamente casi toda su vida, con un pequeño intervalo en la ciudad de Río Gallegos.
Precisamente su vida en el Centro de Comodoro, y la decisión de enviar a sus tres hijos a una escuela cercana le terminaron cambiando la vida, ya que un día recibió un ofrecimiento laboral que aceptó y realizó para siempre, pese a que luego se recibió de técnica en Construcción de tercera y estudió tecnicatura en turismo, carreras que nunca ejerció.
Sobre estos tiempos, Betty recuerda. “Comencé a trabajar en la escuela técnica número 1 por un accidente y creo que por eso nunca ejercí las otras cosas que estudié. Fui al colegio a registrar una firma, porque mis hijos iban a esa escuela, y me crucé con la directora, la ingeniería Stella Miguel, y me ofreció si quería hacer una suplencia de preceptor, pero fue para toda la vida”, recuerda.
Eran otros tiempos, e ingresar a una escuela era más sencillo. Cuenta Betty que la directora le dijo que pruebe, que había gente que lo hacía y se iba, y otra que se quedaba para siempre, tal como fue su caso. Sin embargo, no fue sencillo.
“A mi me encantó esa tarea de preceptora, tengo recuerdos maravillosos de esa época. Imagínate que por esa escuela pasó medio Comodoro. Viajo por cualquier lugar del país y me encuentro con ex alumnos que me reconocen, pero fue difícil el comienzo. El primer día pensé ‘mañana no vengo, porque me premiaron con un curso que era el cuco de la escuela, un tercer año que era complicado. Lloraba muchas veces porque me hacían las mil y una, eran terribles, pero después tuvimos una relación excelente. Hoy se acuerdan muy bien de mi y yo de ellos a pesar que me sacaron canas verdes”, dice entre risas.
Betty trabajó un total de 26 años en educación. Pasó por la escuela de Adultos 603 que funcionaba en la nocturna de la Escuela 83, donde dio un curso de dibujo arquitectónico; fue preceptora en la Escuela 32; trabajó en la secretaría de la ENET N° 2; y en la Escuela de Artes y Oficios de Kilómetro 3. Pero su gran amor fue la ENET 1 donde estuvo toda su trayectoria.
A la distancia asegura que se enamoró de su oficio y el vínculo con los estudiantes, quienes hasta hoy la recuerdan y muchas veces le piden algún audio o video para que los salude en su aniversario de egreso, algo que la satisface. “Es una muestra de cariño muy grande, me llena de alegría”, admite.
DE LA DOCENCIA A LA COCINA
En 2006 Betty se jubiló y dejó su vida en la escuela, pero no dejó de enseñar. A partir de entonces hizo de todo, desde talleres literarios con Angelina Cuoaso; cursos de mosaico, disciplina que se convirtió en su otra pasión y que comparte en su página "Mosaicos de la Rada"; pero también cocina, el otro hobby que la acompañó toda la vida y que la llevó a incursionar en Youtube, gracias a la colaboración de Sofía Ahrtz, su nieta.
“Me encanta cocinar. Cuando mi nieta estaba en Buenos Aires estudiando abogacía, como ella es vegetariana yo a través de una amiga que viajaba siempre le enviaba la comida para el mes, y cuando se recibió, accidentalmente tuvo que volver a la ciudad, porque se iba a ir del país, pero tres días antes se decretó la cuarentena y no pudo viajar a Australia. Entonces cuando vino me tiró la idea: ‘por qué no cocinás en Youtube’”.
Con el empuje de su nieta, su “gran motor”, y en plena pandemia, Betty comenzó hacer un ciclo de cocina en Youtube. Se llama “Cocinemos con Betty”, donde presentó un total de 12 recetas, cerrando con un plato muy pedido: Pizzitas.
Por el momento, ella le puso una pausa al canal. Su nieta está próxima a irse y decidieron cerrar el ciclo. Sin embargo, deja las puertas abiertas a nuevas recetas. “Es un final abierto, por el momento mi nieta no se va a ir porque Europa está blindada. Hay posibilidad de que vuelvan a hacerse las recetas. Pero fue una experiencia espectacular, muy buena. Yo conozco mucha gente y muchos miraban a través de las redes miraban la receta, comentaban, fue una experiencia hermosa”, admite.
Como buena abuela asegura que todo el mérito es de su nieta y ella solo le puso el cuerpo. Sin embargo, puso mucho más.
Por el momento, como todos, Betty está esperando que termine la pandemia, y pueda volver a sus actividades habituales, así continúa enseñando y aprendiendo, tal como hizo toda su vida.