La historia de las dos chicas que serán las primeras médicas graduadas de la Universidad de Comodoro
Melisa Botha y Kiara Arcioni son nacidas y criadas en Comodoro y este lunes rindieron su última materia de la carrera de Medicina, que se prepara para tener a sus primeros graduados. Las estudiantes dialogaron con ADNSUR y contaron lo qué significa para ellas y sus familias haber llegado a la etapa final de la carrera, la ansiedad que genera la Práctica Final Obligatoria y lo importante que es para la ciudad haber logrado consolidar esta curricula.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Una tiene 24 y la otra 25 años. Ambas siempre supieron que querían ser médicas y ahora se convertirán, si todo sale bien en la Práctica Final Obligatoria (PFO), en las primeras comodorenses en recibirse de médicas en la carrera que hace cinco años se comenzó a dictar en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Melisa Botha (24) y Kiara Arcioni (25) son NyC, nacidas y criadas en Comodoro Rivadavia, y este lunes rindieron Clínica Médica 2, el último final de la carrera. Así el próximo 2 de marzo podrían iniciar la práctica final.
Las chicas están contentas y se les nota en sus ojos. No solo están a punto de recibirse, sino que quedarán en la historia de la ciudad como las primeras graduadas de esta carrera que se comenzó a crear en 2009, cuando luego de arduas gestiones Mario Vargas, vicegobernador de la provincia y presidente de la Legislatura, solicitó a la UNPSJB la confección de un estudio de factibilidad que terminó realizando la Universidad de la Plata.
¿Siempre quisieron ser médicas y por qué eligieron estudiar Comodoro?
M.B - Yo desde muy chica quería estudiar medicina. Cuando termine el Colegio en 2013 no estaba todavía la carrera así que hice un año de Bioquímica en la universidad porque no quería irme. Me gusta la ciudad, me crie acá y no me veo yendome afuera. Entonces cuando estaba haciendo Bioquímica salió la chance de que se abra la carrera de Medicina, hable con Corchuelo Blasco y él me contó que se estaba armando el programa.
Me entusiasme, le conté a mis otras compañeras y arrancamos. Fue una trayectoria linda, muy rápida. Al principio uno pensaba 'me falta un montón, un montón de materias', y como éramos la primera cohorte no teníamos la referencia anterior; la experiencia de qué pasaba a lo largo de la carrera como pasa en otras universidades. Era incertidumbre, pero la contención de la comunidad en general, los centros de salud, los hospitales y los profesores fue fundamental, porque siempre éramos bienvenidos y nos daban un lugar, tanto los pacientes que tenían que bancarse las encuestas como los profesionales que siempre tuvieron la mejor, nunca hubo un rechazo, nada”.
K.A – En mi caso también siempre quise estudiar medicina. Yo tengo mi familia que es médica. Mi viejo es médico, mi abuelo por las dos partes son médicos. Así que cuando naces en un ambiente así como que te lleva la corriente.
En mi caso yo primero me fui a estudiar a Buenos Aires, en la USAL (Universidad del Salvador) y después me vine para acá cuando abrió la carrera. Soy muy familiera y me gusta estar cerca de mis allegados. Aparte, mi papá siempre apoya a Comodoro, a él le encanta, siempre dice que uno tiene que aportar a su ciudad y hay que ponerle la mejor onda a las cosas que emprende la ciudad porque así se crece. Si uno no confía en lo que tiene su ciudad no confía en nada. Y mi mamá vino a los 18 años, y prácticamente es de acá.
Ayer estaban muy contentos, muy emocionados. También vinieron mis hermanos que viven en Buenos Aires, era una presión salir de rendir sabiendo que estaban afuera, pero fue re lindo, no se puede explicar.
Las chicas la última materia que rindieron fue Clínica Médica 2, una cátedra anual que incluye módulos de gastroenterología, reumatología, gastrología y endocrinología, y se complementa con psiquiatría, neurología, oftalmología y dermatología. Aseguran que la cursada fue extensa, pero al momento de rendir se sentían preparadas. Ambas admiten que saber que son las pioneras de la primera cohorte era una presión. Sin embargo, también un extra en su felicidad.
¿Tiene un significado especial para ustedes ser las primeras en tener la posibilidad de recibirse?
K.A - Para mí es un hito histórico ser de la primera cohorte. Es algo histórico para la ciudad, re importante, porque tiene una universidad que recibió muchas críticas pero es muy buena, tiene buenos profesores que le ponen toda la energía. Entonces yo creo que si le pones voluntad y trabajo las cosas salen bien.
M.B – Es algo muy lindo. Nuestras familias están súper contentas por nosotras. Como dice Kiara, es el último final, no sabes si te va a ir bien o no. Al principio como que no caímos, pero es todo muy lindo.
LA ETAPA FINAL
El próximo 2 de marzo Kiara y Melisa comenzarán la Práctica Final Obligatoria. En principio serán tres estudiantes junto a Belén Paillalef, la joven de 29 años que rindió su última materia en diciembre y que es oriunda de Bariloche. Sin embargo, es posible que se sumen otros estudiantes de la primera cohorte, ya que el próximo 27 habrá mesa de examen y dos alumnos rendirán su último final.
¿Cómo se preparan para esta última parte de la carrera?
M.B- Estamos contentas de empezar, ansiosas. Sabemos que es un camino largo, son 10 meses de cursado y tenemos cuatro módulos integrales básicos e indispensables para un profesional de la salud: Clínica médica (cuatro meses), Tocoginecologia (2 meses), Cirugía (2 meses) y Pediatría (2meses). Así que vamos a estar rotando en el Hospital Regional como en los centros de salud, así que será un aprendizaje nuevo.
K.A – Ahora viene lo mejor, lo más lindo, la parte práctica. Yo en enero ya quería empezar a cursar. Necesitaba hacer algo, me gusta la rutina y pensaba cuándo empiezo. Te termina generando ansiedad.
En sus palabras las chicas defienden el desafío que tomó la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Aseguran que su participación en congresos les permitió ver que la carrera está a la altura de cualquier casa de estudios. Además, tal como dice Kiara, el progreso y el conocimiento depende muchas veces del esfuerzo de cada estudiante.
K.A – Yo siempre digo que la carrera la hace uno, uno pone su esfuerzo. Podés estar en la mejor universidad y no esforzarte o estar en una universidad nueva y esforzarte. Uno marca su destino y su carrera.
M.B – Sí, aparte a nosotros nos pasó que nos dimos la oportunidad de participar en dos congresos, uno era el COCAEM (Congreso Científico Argentino de Estudiantes de Medicina) para estudiantes de medicina a nivel nacional; y el segundo un encuentro a nivel nacional de todas las carreras de medicina de las universidades públicas, el FAFEM (Foro Argentino de Facultades y Escuelas de Medicina) Entonces todos los miedos que teníamos de no saber cómo estábamos en comparación con otras universidades se fueron porque no notamos diferencia de aprendizaje prácticamente en nada, porque nosotros al ser pocos alumnos pudimos aprovechar mucho la parte práctica.
K.A – Eso es verdad, eran como clases personalizadas. Éramos seis en una mesa charlando con el profesor y eso en una universidad más grande no tenés la oportunidad y vos tenés una duda y tenés al profesor ahí.
¿Qué consejo les dejarían a los chicos que comienzan la carrera?
M.B – Me gustaría decirles que todo se puede, que muchas veces uno tiene crisis porque sale del secundario y no sabe bien cómo encarar el estudio porque tenés que estudiar solo, pero siempre le tienen que dar para adelante, meterle esfuerzo y uno llega a la meta. Que no dejen, que si necesitan ayuda recuerden hay tutores.
K.A – Nada es imposible, con buena voluntad y positivismo todo se logra. Y después está bueno tener un grupo de estudio. Nosotras tenemos un grupo de estudio junto Noelia Ruarte y está bueno porque no te sentís solo. Quizás vos no tenés ganás y la otra te apoya o quizás es al revés. Pero así vas.
Por el momento las chicas están evaluando que especialidad continuarán. A Kiara le tira la dermatología y la oftalmología, como herencia de familia. A Melisa la tienta la cirugía, aunque admite que la práctica final será una buena forma de saber si ese es su camino.
Por lo pronto, saben que ahora viene la etapa más linda de la carrera, y que si todo sale bien, en un año tendrán su acto de colación, convirtiéndose en las primeras medicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.