La historia de una pareja swinger de Comodoro: un viaje "revelador" y los detalles de las citas que tienen en la ciudad
Después de más de una década juntos, decidieron abrir las puertas de su relación hace tres años. "En nuestra ciudad no es tan fácil. No todos están preparados para entender qué tipo de relación tenemos", contó la mujer.
Adrián y Jesica llevan juntos 13 años, tienen un hijo de 6 años y residen en Comodoro Rivadavia, Chubut. A primera vista, su historia podría parecer una más en el vasto panorama de relaciones familiares. Sin embargo, hay un detalle que los distingue: forman parte de la Asociación Swinger Liberal Argentina, una comunidad que reúne a personas que practican el intercambio de parejas.
“Somos como los referentes del grupo para nuestra ciudad”, contó Jésica recientemente en una entrevista con Infobae, donde la pareja dio detalles sobre cómo decidieron incursionar en el swinger y romper las barreras de lo tradicional en el “amor”.
Él trabaja en una oficina y ella es ama de casa. El vuelco en su relación tuvo lugar hace 3 años cuando, de paseo por Buenos Aires, fueron a ver la controvertida obra de José María Muscari, “Sex”, y de ahí se fueron a un boliche swinger, cercano a la sala en la que vieron la obra, atraídos por la curiosidad.
“Ya habíamos hablado del tema. Del morbo de vernos con otras personas - explica Adrián en diálogo con Infobae-. Lo hicimos cuando viajamos a la Capital porque acá en Comodoro es imposible. No hay ni boliches para eso. Es todo mucho más reservado”, contaron.
"La idea era ver qué nos pasaba si veíamos a nuestra pareja besar a otro hombre o mujer. Darnos cuenta si eso nos daba celos. Pero fue todo lo contrario, fortaleció aún más nuestra relación”, destacó la pareja que hace un año se casó por civil y por la iglesia.
“Entramos a lo desconocido. Era todo nuevo para nosotros. Pero decidimos con Jesi que lo íbamos a hacer. Siempre todo consensuado entre los dos”, recordó Adrián, en relación a cómo posteriormente acordarían los encuentros y los códigos.
Primero fue intercambio de parejas en habitaciones separadas, luego todos en el mismo espacio y también en algunas oportunidades incorporaron otra mujer a la pareja.
“Somos muy respetuosos del gusto de los dos para que se concrete el encuentro. Nos fijamos en la higiene y buena onda. Que tengan buena conversación y gustos en común. No puedo estar con una chica, si a Jesi no le copa la otra parte de esa pareja. Sería una falta de respeto”, admite Adrián.
SER SWINGER EN COMODORO
“En nuestra ciudad no es tan fácil. No todos están preparados para entender qué tipo de relación tenemos con Adri”, contó Jésica, quien indicó que en un principio se tornó en un desafío. Sin embargo, las redes sociales también fueron vitales y allí hicieron el primer contacto con una pareja con muchos años de experiencia.
“Tenemos un Instagram juntos y nos anotamos en una página que es como una aplicación de citas para swingers -explica Jésica-. Acá los encuentros se dan en bares comunes. Ahí tenemos la primera charla y acercamiento, para luego avanzar si hay química entre los cuatro”.
Si bien Comodoro tiene una población de 215.453 habitantes, sumado Rada Tilly, las posibilidades de volver a cruzarse con las “citas” están. “Después, nos cruzamos en la puerta del colegio o en el supermercado y como si nada hubiera pasado -contó entre risas Jésica-. Ahora ya tenemos varias parejas amigas acá con las que nos encontramos cada tanto y la pasamos muy bien.”
La naturalización de este tipo de vida de pareja ha llevado a que Jésica y Adrián suelan tener charlas en las que se cuenta todo lo que vivieron en sus experiencias. “No nos callamos nada. Hablamos de los detalles, del sexo y de cómo la pasamos con la otra persona -confiesa Jésica-. A mí, al principio me costaba soltarme. Sentía que no podía contarle todo. Pero bueno, después me acostumbré.”
Y si bien mantienen la reserva de sus rostros en la foto compartida, creen que muchos saben que son una pareja swinger. “Yo se lo conté a mi familia, pero sin entrar en detalles. Ellos no tienen problema -explicó Adrián-. Además, siempre que puedo, a algún amigo le recomiendo el intercambio sin contarle todo. Le digo que fortalece la pareja, que es mucho mejor que escaparse solo y ser infiel. Que después de cada encuentro aumenta el amor por tu pareja”, valoró.
Con información de Infobae, editada y redactada por un periodista de ADNSUR