La historia del "Puente del Poeta" en Rawson: en medio de la Primera Guerra Mundial y el mito que lo atribuye al Chaco
Se trata de una de las obras que marcan la identidad de la ciudad. Una inundación a finales del Siglo XIX cuando se tuvo que trasladar la capital a Trelew, los vaivenes para su construcción que llevaron casi 20 años y los mitos que lo atribuyen al Chaco o vecinos que aseguran que lo vieron abrirse para dar paso a los barcos atraviesan su apasionante historia.
Podríamos cambiarle la letra al tema de Piluso de Fito Páez por "Europa siempre estuvo cerca" o más cerca en el tiempo recordar que "alguien estornuda en Europa y nos resfriamos en Argentina", como indicó el presidente para darle magnitud global a la actual guerra en Ucrania. Hace más de 100 años, la 'guerra de trincheras' y los cañones de la Primera Guerra Mundial también generaron zozobras y demoras en las obras más importantes para el desarrollo de nuestras ciudades patagónicas.
Luego de la inundación de 1899 que azotó a Rawson, se hizo imperiosa la necesidad de la construcción de un puente para conectar al incipiente desarrollo urbano. Esas gestiones afectaron a varios presidentes, transitaron por la ley del voto universal, obligatorio, secreto, se impactaron con el estallido de la guerra entre las potencias del mundo (encima una empresa de Alemania estaba encargada de la construcción) pero el puente llegó a inaugurarse en febrero de 1918. La buena noticia es que tiene una estructura muy sólida que resistió el paso del tiempo pero las malas noticias son que ya tiene más de 100 años de vida, necesita refacciones urgentes y encima -en los festejos del fútbol- se trepan a su estructura. En esta nota de ADNSUR, te contamos su vibrante historia.
El puente de Rawson apareció citado por primera vez en un ambicioso programa de construcciones viales que impulsó el presidente Julio Argentino Roca en 1903, durante su segunda gestión al frente del Poder Ejecutivo Nacional, tras la superación de la crisis casi terminal que significó la amenaza de desaparición de Rawson como pueblo como consecuencia de los inusuales desbordes del río Chubut a mediados de 1899. Desde aquella mención inicial, que se ratificó con la ley nacional Nº 4301, promulgada el 3 de febrero de 1904, hasta su terminación definitiva, el 13 de febrero de 1918, se sucedieron catorce años, con avances y retrocesos nada fáciles, abandonos y problemas, que siguieron apareciendo tras su conclusión.
Un seguimiento de la evolución de la obra a través de las publicaciones periódicas del Boletín Oficial de la República Argentina revela que, a pesar de aquella decisión, el trámite ingresó en una etapa de indefiniciones que se extendió hasta 1912. Hacia fines de septiembre de aquel año, un minúsculo aviso de la Dirección General de Puentes y Caminos, dependiente del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, alentó una nueva esperanza de lograr una solución definitiva a la cuestión de la incomunicación ocasionada por la salida de servicio del primer puente de madera que unió ambas márgenes del río Chubut a partir de 1890.
La construcción administrativa de este puente, ordenada por Decreto de junio 27 de 1916, terminándose las obras el 13 de febrero del corriente año, con un gasto total de 59.405,03 pesos moneda nacional, suma de la cual habrá que descontar el importe de una buena cantidad de material sobrante adquirido para la obra».
El presidente Luis Sáenz Peña firmó un decreto el 13 de enero de 1913 considerando que «de las seis propuestas presentadas la más económica y ventajosa era la de la Sociedad Anónima «Orenstein Koppel, Arthur Koppel». La parte metálica con destino al puente sobre el Río Chubut, en Rawson, «será construida por la Sociedad Harkort, establecida en Duisburg (Alemania), en sus propios talleres», se asentó en el contrato firmado por el director general de Puentes y Caminos, ingeniero Juan Molina Civit.
En una memoria presentada por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación al Congreso Argentino en 1918 -durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen- incluyó la fecha en una reseña sobre sus actividades en el lapso entre junio de 1917 y mayo de 1918 y aportó de esa manera la fecha fundacional de una obra que se transformó en símbolo ineludible y permanente del primer pueblo fundado a orillas del río Chubut, tras el arribo de los galeses en 1865.
Dos años después, al acercarse la fecha estimada de terminación del 3 de septiembre de 1915, un nuevo y crucial contratiempo se agregó, sin embargo, a la continuidad de la obra: la empresa contratista Fraser y Cooke se presentó a la Dirección General de Puentes y Caminos haciendo saber su decisión de «suspender totalmente los trabajos y el propósito de no proseguirlos», ante las dificultades creadas por la guerra europea para la adquisición y mayor precio de los materiales: el costo de los fletes y la lentitud en el cobro y expedición de los certificados.
En medio de la inevitable controversia generada por la decisión empresaria que motivó la rescisión del contrato, la Dirección General de Puentes y Caminos asumió la responsabilidad de proseguir administrativamente las obras de construcción del puente hasta llegar a su terminación el 13 de febrero de 1918, luego de superar otros inconvenientes y decisiones de última hora.
El puente metálico de Rawson, que no posee todavía una información documentada sobre un acto oficial de inauguración, se incorporó así definitivamente al paisaje y la memoria de Rawson con emotivos recuerdos de la gente y como espacio de convocatorias de festejos deportivos, inspiración de numerosísimas expresiones artísticas y reclamos diversos para que se atienda su deterioro progresivo. Por Ordenanza Nº 3881 del 7 de enero de 1994 es «patrimonio histórico» de Rawson y desde el 9 de octubre de 2001 lleva el nombre de Puente del Poeta, según la ordenanza 5106, en homenaje al pionero Griffith Griffiths, carpintero que construyó el primer puente de madera y figura de la cultura de los primeros tiempos de la presencia galesa.
El mito del puente que llegó por error a Chubut y correspondía al Chaco
En diálogo con ADNSUR, Patricia Lorenzo Harris (Directora del Museo y del Patrimonio de la ciudad) recordó que “el ‘Puente del Poeta’ se relaciona con la gran inundación de 1899 cuando se arrasó un antiguo puente de madera. En ese momento, se trasladó la capital hacia Trelew”.
“Cuando la capital regresó a Rawson de la mano del ‘vasco’ Basaldúa, se comenzó a gestionar la adquisición por medio del Gobierno nacional de un puente más rígido y fortalecido para que no lo vuelvan a arrasar las inundaciones. En 1906, llegaron todos los materiales y los planos desde Alemania hasta Buenos Aires, luego en barco hasta Puerto Madryn, en tren hasta Trelew y en carros hasta Rawson”, precisó.
“Se pidió un solo puente. El investigador y periodista Miguel Machesich hizo una investigación con el Boletín Oficial nacional y siguió todos los pasos sobre la adquisición del puente de hierro para Rawson y todo lo que costó terminarlo. Eso sucedió en la época de la Primera Guerra Mundial”, repasó.
El origen del ‘Puente del Poeta’ es de Alemania. Vinieron arquitectos de aquel país para poder ensamblarlo y darle las indicaciones a la mano de obra argentina para que se pudiera instalar en el río Chubut”, añadió.
El célebre 'Puente del Poeta' ya tiene 104 años de existencia. Tiene 2 mitos. Nunca se abrió al medio por más que varios vecinos aseguren haberlo visto. No era para el Chaco y no hubo confusión con las letras CH. Pero hay certezas: necesita una urgente refacción porque conecta amplios sectores de la ciudad, si ganamos el mundial, decenas de personas se van a colgar de su estructura con los riesgos que esas situaciones conllevan. Su imponente imagen nos recuerda la fascinación de vivir en una ciudad que se nutrió de generaciones que se esforzaron por generar obras que perduren en el tiempo. No nos dejaron dinero sino que nos mostraron el camino. Eso tiene mucho más valor porque es lo esencial y lo que nos proyecta para crecer como mejores ciudadanos.
Agradecimientos especiales: Patricia Lorenzo y Miguel Machesich.