La innovadora cirugía para personas con epilepsia que realizan en un hospital de Argentina
El Hospital Italiano es el único de América Latina donde se aplica la neuromodulación, la novedosa intervención con electrodos que puede aliviar muchos de los síntomas de la enfermedad. Conocé cómo se realiza.
BUENOS AIRES (ADNSUR) - Carlos Ciraolo es el neurocirujano que está al frente del tratamiento de neuromodulación, una intervención que se realiza en el Hospital Italiano, el único lugar en América Latina. "Es una ventana a una mejor calidad de vida”, dijo. Y explicó que se trata de una posibilidad para que muchos pacientes con epilepsia se sientan beneficiados, mejorados y hasta curados. “Creo que esta novedosa cirugía es un aporte muy importante para el futuro", indicó.
En Argentina, cerca del 1,2% de la población padece epilepsia, es decir unas 500 mil personas. De esa cantidad, unas 100 mil personas, es refractaria a la medicación, es decir que no le resulta eficaz o que le provoca intolerancia y efectos secundarios relevantes que le impiden seguir tomándola. De ellos, el 40% puede ser candidato a esta novedosa cirugía. Al 60% restante, debido a lesiones cerebrales estructurales, la cirugía no los ayudaría.
La neuromodulación es un tratamiento mínimamente invasivo para pacientes con epilepsia refractaria y consiste en colocar dos electrodos, uno en cada hemisferio del cerebro, en un punto llamado núcleo anterior del tálamo. “Estos electrodos se conectan por medio de unas extensiones o cables a un generador de impulsos eléctricos o neuroestimulador que puede ser colocado debajo de la clavícula o en la zona abdominal", explicó el especialista.
"La intervención puede ser curativa o paliativa, generando en la mayoría de los casos un gran impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes, mediante la disminución del número de crisis o la ausencia total de las mismas. Esto permite reducir o cesar la toma de medicación, lo que no es un tema menor ya que los tratamientos epilépticos son extensos y costosos", agregó.
Respecto de los beneficios de la intervención, que puede extenderse entre 10 y 12 horas, Ciraolo señaló que puede provocar “la reducción de las crisis de epilepsia, la disminución de la ingesta de medicamentos, el control o mejoramiento en el compromiso psicocognitivo, la mejoría de la situación psicosocial y calidad de vida del paciente y un corto período de internación luego del procedimiento".
El médico detalló además que la primera operación que se hizo de este tipo fue en 2015 y hasta la fecha se llevan realizadas siete y hay una próxima planificada, ahora demorada por la pandemia. Seis presentaron resultados muy favorables. Ciraolo afirma que siete intervenciones es un buen número, sobre todo porque el Italiano es hasta ahora el único en la región que las hace, pero no el único centro que atiende a pacientes de epilepsia. Se trata de una operación que requiere de una gran logística tecnológica como equipos de estereotaxia, neuronavegación y planificación, y también de gran logística humana, indicó a Clarín.
¿Cómo se logran los efectos beneficiosos?
"A partir de este tratamiento con electrodos se activan los circuitos neuronales anómalos a través de agentes eléctricos. Se utiliza para tratar diversas patologías neurológicas y, a diferencia de otras cirugías que son irreversibles, puede ajustarse ante un efecto adverso (apagando el estimulador o extrayéndolo) y volviendo al paciente a su estado inicial".
Ciraolo, neurocirujano formado en Estados Unidos, Alemania, Francia e Inglaterra, subraya que "para este tipo de cirugía con electrodos viajé varias veces a Tampere, en Finlandia, donde en el hospital de la universidad de esta ciudad este tratamiento está muy desarrollado".