CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - Natalia Reynoso nació en la localidad de Medanos, Entre Ríos, y el pasado sábado cumplió 119 años, convirtiéndose en la persona verificada más longeva de este planeta, superando a Kane Tanaka, una japonesa de 116 años.
Su hijo Mario, de 83 años, le dijo a Crónica: "Es un regalo que nos dio la vida”. Aseguró que su madre "está bien de salud, habla lo más bien y está muy lúcida. Todo lo que le preguntes, te lo va a contestar. Tal vez, con pocas palabras, pero te entiende y te contesta. Vivimos juntos en una casa de acá del barrio; me encuentro lo más bien con ella, soy muy feliz de tenerla conmigo. Es un gran regalo que nos dio la vida".
Consultados sobre cuántos nietos, bisnietos y tataranietos tiene la señora, los familiares aseguraron que es imposible contarlos. "Más de 50, tal vez más de 100. No podemos dar un número; somos demasiados. Tenemos una familia muy grande", dijeron en contacto con el diario.
En su familia hay otros casos de longevidad: su madre Paula Gutiérrez llegó a los 120 años, mientras que su padre, Pedro Reynoso, falleció a los 112.
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La fórmula para llegar a los 119 años, según Natalia, es "vivir tranquila y felix", de acuerdo con una entrevista brindada en 2016.
La mujer quedó viuda a sus 36 años, cuando su marido, tambien domador, falleció tras caerse de un caballo.