La Rural, Los Años Dorados y Comodoro, la casa de un astro del cuarteto que murió hace seis años
Daniel Humberto Reyna fue conocido por todo el mundo cómo Sebastian , “El monstruo”, El Negro y los hijos adoptivos de la ciudad como muchos nacidos y criados a seis años de su muerte lo mantienen vivo con el recuerdo de sus éxitos.
“Avanza”, “Falsa como beso de suegra”, “Contigo en la Playa” o “En un cuarto de hotel” fueron algunos de esos clásicos que sonaban allá por los 80 y también en los 90. No había familia en Comodoro Rivadavia que sea de raíces cordobesa, catamarqueña, Riojana o tucumanas que no tuviera un cassettes o que no haya tenido un disco de larga duración con la música del “Mostro”.
Las reuniones del Centro de Residentes Catamarqueños sea de Tinogasta, Belén o también de otras ciudades del norte eran excusa para que después del folclore resuene y los jóvenes y no tanto, salgan a pista con el histórico artista.
Sebastián trascendió fronteras, al llegar al sur argentino generaba tal expectativa que llenaba con sus presentaciones. Dos y hasta tres presentaciones tenía Sebastián, quien luego de nacer musicalmente en el cuarteto con Chébere, decidió ser solista.
El Cumbión en el Centro Asturiano, el Salón Luso, Gigante, la Sociedad Rural, fueron algunos de los icónicos lugares por donde el cordobés pasó sus grandes éxitos en el que grandes y jóvenes bailaron hasta el amanecer.
Supo cantar grandes éxitos como Illarie de la brasileña Xuxa, una vez que viajó a Brasil, mientras que rompió los rankings cuando homenajeó al mexicano Juan Gabriel con “Asi fue”. Que lo llevó, gracias a una voz y talento como pocos en el cuarteto a llenar estadios y clubes en todo el país.
Sin embargo, el “Mostro” supo cantar boleros junto a Los Patricios, donde su voz era inconfundible. Sebastián dejó innumerables éxitos como “Amare una ilusión”, “Todo el año”, “Como, dónde, cuándo” (en el que grabó un inolvidable clip con Beatriz Salomón y otros tantos, los que en el final de su carrera y tras estar alejado por un par de años a raíz de una larga enfermedad falleció un 23 de marzo de 2017, a los 63 años, en su “Córdoba linda” como Anel le gustaba cantar.
Su legado lo continuó su hijo Germain por diferentes escenarios. Aunque en radios de la época comodorense con “Daniel Orlando” en la Nueva Vida, en La Líder, la 104 o actualmente en las emisoras de la ciudad cada vez que suena un acorde del “Mostro” es una invitación para recordar grandes épocas en fiestas familiares, populares y los boliches como en Gigante, cuando cerca del cierre de la noche, la música invitaba a salir a pista en la planta baja para bailar “La toque en el hombro” o “Confesiones de un tímido amor”.
Pero más allá del dónde, en Comodoro el “Mostro”, el “Negro” o simplemente “Sebastian” sigue viviendo en los clásicos del cuarteto de este artista que salió de gira por la eternidad.