La violó un pastor, la embarazó, abortó y ahora pide justicia
La joven hoy tiene 17 años y el agresor es hermano del padrastro.
TRELEW - Otra vez la violencia. Otra vez la brutalidad. Una joven de Trelew (hoy de 17 años) denunció que un pastor (32) que predica en una iglesia de barrio Corradi la abusó, la dejó embarazada y la obligó a abortar. La relación con el agresor había empezado hace tres años. Es hermano de su padrastro. La chica era maestra ahí.
Pide justicia. Y al dolor le suma la desidia de funcionarios judiciales: “Le presenté a la fiscal del caso todas las pruebas, hasta el embrión para que le hagan ADN, pero me dijo que no iba a servir porque pasó mucho tiempo y actuó el formol sobre el tejido. Él no debe estar libre”.
El contexto físico de la joven es menudo. A través de su mirada trata de transmitir el infierno que en su propia piel le tocó vivir. En un lugar inesperado y con una persona inesperada. En una iglesia y con un pastor. Decidió visibilizar su caso porque no aguanta más. Quiere justicia por el acto de abuso al que -dijo- fue sometida y además, porque la obligó a abortar. Ella no quería hacerlo. La llevaron a una clínica, la dejaron sola y el médico comenzó a realizar el procedimiento quirúrgico para interrumpir el embarazo.
“HERMANO DE MI PADRASTRO”
En una entrevista con Jornada, relató: “A él hace tres años que lo conozco. Es hermano de mi padrastro. Hace un año que asumí con mi hermana ser maestra de la escuelita de la iglesia. Pasó el tiempo. Teníamos que festejar el Día del Niño, él me tenía que firmar unas notas. Un viernes me llamó por teléfono como a las 9 de la mañana y yo fui. Me dijo que tenía que mantener una charla larga conmigo. Ahí me besó y empezó a decirme cosas”, indicó.
En la denuncia que realizó en la Comisaría de la Mujer, la joven declaró que “me dijo que fuera a la iglesia porque tenía que mantener una larga charla conmigo. Cuando llegué empezó a hablarme de Dios, que debía hacer ciertas cosas y en eso me abraza, entonces me di cuenta que quería que estuviésemos juntos y le dije que me tenía que ir, me dio mucha vergüenza y no podía creer lo que me decía. Más que era mi pastor”.
“Otro día lo veo en el salón, de mañana. Ahí fue cuando me besó. Le dije que lo que estaba haciendo no estaba bien porque Dios estaba mirando, pero no le importó, me empujó contra la pared, me tocaba todo el cuerpo y como seguía diciéndole que no, me pegó una cachetada y terminamos teniendo relaciones sexuales”.
“ME SOMETÍA”
Pero la acción de la máxima autoridad de la iglesia no terminó ahí. “Pasó el tiempo y me sometía a tener relaciones sexuales. Me amenazaba con sacarme la casa. Me manipulaba. No podía hacer nada yo. Toda mi familia estaba en iglesia”.
La chica no podía contarle a nadie el infierno que estaba viviendo. Primero por su situación familiar (el pastor es hermano de su padrastro) y además, porque nadie en la comunidad de esa iglesia le iba a creer. De hecho, hoy en día no le creen. “Él tenía razón, siempre me decía que si yo hablaba no me iban a creer. Es así”.
La primera en enterarse lo que le estaba pasando fue una compañera de su escuela. “Ella sabía toda la verdad. Cuando me quedé embarazada, todo. Cuando me compré el test de embarazo también. Ella le escribió un mensaje de texto”.
“Luego le conté a él que me quedé embarazada. El médico me lo confirmó también. Estaba de 6 semanas. Ahí, me hizo realizar el aborto. Me hizo ir al médico”.
“YO QUERÍA EL BEBÉ”
La víctima advierte estar muy mal. “No puedo superar todavía lo que pasó. Al bebé lo quería tener. No me importa si por la violencia conmigo no se hace justicia, pero por el aborto sí. Fue por culpa de él que yo no lo tengo”, sostuvo.
Lo que a ella más le preocupa es que el pastor siga en contacto con la gente. “Está libre. En contacto con jóvenes, me preocupa que haya pasado con otra chica y que no haya dicho nada quiero que se haga justicia, que lo saquen de ahí”.
“ARRUINÓ MI FAMILIA”
Además del maltrato físico que la chica tuvo que soportar, dice que toda esta situación también le arruinó la familia. “Sigo estudiando pero me alejé de mi mamá. Tengo relación pero ya no puedo estar con ella. Me creyó pero la relación no es lo mismo. Mi papá está conmigo”.
Reiteró varias veces que “no quiero que esté libre, no quiero que tenga contacto con la iglesia. No le tengo miedo. Sé defenderme ahora. Antes no sabía”.
Indicó además que desde el principio estuvo sola. “A mi mamá no le había dicho nada. Nadie sabía. Sólo una compañera y yo. Fui al médico, me llevó a abortar. Yo no quería. Fue contra mi voluntad eso también. Me dijo que si no lo hacía, iba a matar a mi bebé cuando nazca. No había nadie conmigo en la clínica. Me dejó sola y se fue”.
“LA FISCAL NO HIZO NADA”
A tres meses del peor infierno de su vida, la chica habló para pedir justicia. A lo mortificante de la situación que vive se le suma lo que denomina como desidia judicial. Denunció que la fiscal que interviene en caso “no hizo nada” a pesar de todas las pruebas aportadas.
La chica describió que “en Fiscalía me dijeron que el embrión que aporté como prueba no va a servir. Que va a ser difícil obtener el ADN del embrión porque había transcurrido mucho tiempo y el formol actuó sobre el tejido e impide la prueba”.
“Tengo audios también, no sé qué más quieren. Pero no lo sacan de del barrio ni de la iglesia. No se quieren hacer cargo. No hicieron nada todavía. Ni siquiera impiden el contacto”.
“ME DECÍA QUE NO HABLE”
Para finalizar, aseguró que “la primera vez me abusó en la iglesia, luego me llevaba atrás del Parque Industrial, en su auto. Me decía que ni se me ocurra hablar, decir la verdad”.
“Me amenazaba por Facebook, me escracharon en Mercado Virtual, decía que yo lo quería escrachar pero al final, él me perjudico a mí. Es una persona conocida de barrio Corradi, en la ciudad también. Hacía radio también, lo conocen”, finalizó.
Fuente: Jornada