COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Los memes que circularon a partir del último aumento en los surtidores dejan entrever también hasta qué punto el humor social se erosiona o se disimula según el lugar de la grieta que se ocupe. Quienes hasta 2019 justificaban la alineación de precios internos de los combustibles con el mercado internacional, porque así “se atraen inversiones”, hoy critican y enumeran los aumentos acumulados desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández.

Y al revés: quienes cuestionaban al neoliberalismo del gobierno macrista y criticaban la suba de precios de ese período (desde septiembre de 2017, la nafta súper subió un 205 por ciento hasta diciembre de 2019 y la premium, un 216 por ciento), hoy intentan esconder el enojo cada vez que llegan al surtidor. Aunque se insulte por lo bajo, hacia fuera la premisa gira en torno a algo así como “la YPF nacional debe fortalecerse para volver a producir”.

Las naftas y el gasoil perforan los bolsillos: el motivo es menos divertido que los memes

Aunque nadie ganará ese partido de ping pong, entre un sector y otro podrían seguir enrostrándose cuánto aumentaron los combustibles en cada período: 41 por ciento en lo que va del actual gobierno (al que aún le quedan dos aumentos antes de cerrar este segundo año de Alberto Fernández), frente a los mencionados saltos superiores al 200 por ciento entre septiembre de 2017 (cuando todavía los precios estaban atados al “barril criollo”) y diciembre de 2019.

Entre una postura y otra hay un punto intermedio que se vincula a la evolución de los costos: mientras haya inflación, los precios seguirán subiendo, atados a ese componente y a la evolución del dólar, junto con otro componente externo: el precio del petróleo.

Las naftas y el gasoil perforan los bolsillos: el motivo es menos divertido que los memes

¿Por qué aumentan los combustibles?

“Cuando me preguntan por qué suben los combustibles, me gusta invertir la pregunta: con una inflación del 4% mensual, ¿por qué no deberían subir? Muchos gobiernos, no solamente éste, han intentado utilizar los precios de los combustibles como un ancla anti inflacionaria  mensual, pero la verdad es que no se logra detener a la inflación… es como tratar de parar un auto en movimiento agarrándolo de la antena”.

La explicación fue brindada al autor de este informe por el economista Nicolás Gadano, ex subsecretario de Finanzas de la Nación y con paso por la compañía YPF, autor además del libro “Historia del Petróleo en Argentina” (1907-1955).

Hay una rueda que se retroalimenta de modo indefinido: los combustibles aumentan porque hay inflación; y a su vez la inflación vuelve a subir con cada incremento de las naftas y el gasoil.

Las naftas y el gasoil perforan los bolsillos: el motivo es menos divertido que los memes

Los intentos del gobierno por controlar el impacto inflacionario, en un año electoral de alta sensibilidad, derivaron en el reciente anuncio de la compañía, de que aplicará tres aumentos sucesivos, hasta completar un 15 por ciento, además de lo que se incrementen los impuestos.

Parece una promesa difícil de cumplir, sobre todo si se tiene en cuenta la expectativa del CEO de la compañía, Sergio Affronti, por recuperar un nivel de precios que recupere la rentabilidad de la empresa.

En efecto, el ejecutivo explicó que sobre el 35 por ciento de aumentos que se ha registrado desde agosto hasta el presente, solamente una parte (un 14 por ciento) fue para la recomposición de utilidades de la compañía. El restante 21 por ciento de incremento acumulado obedece a los aumentos de impuestos que gravan los combustibles y también a los biocombustibles.

¿Se podrían bajar impuestos, como propone hoy la oposición, para lograr una mayor estabilidad en los precios de los combustibles?

Otra vez responde Gadano: “Es muy común que desde una visión sectorial, que podríamos decir legítima, la gente intente resolver el problema propio tirándolo al Estado, pero el Estado somos todos. Hace poco, desde el sector inmobiliario se reclamó que el gobierno cree una especie de tarjeta ‘Alquilar’, similar a la ‘Alimentar’, para subsidiar a quienes no pueden pagar los alquileres. La pregunta es: ¿con qué plata? Lo mismo con los combustibles. Pedimos que se dejen de recaudar impuestos para que no aumenten, pero, ¿con qué plata se reemplazan esos impuestos? Con inflación, con emisión monetaria o con deuda, que son los problemas de siempre”.

Un litro por 100 pesos

Con este panorama, la barrera de los 100 pesos por litro de nafta pronto será una anécdota, adecuaciones tecnológicas mediante sobre los surtidores. Es claro que con los próximos incrementos que completarán el 15 por ciento anunciado, más los aumentos de impuestos que se realizan cada 3 meses, los precios en el surtidor no dejarán de modificarse.

Las naftas y el gasoil perforan los bolsillos: el motivo es menos divertido que los memes

Más aún considerando la incidencia del precio del petróleo en el mercado internacional, que se mantiene por encima de 60 dólares por barril y que también ha demostrado una cara opuesta: el año pasado, con la crisis de la pandemia y la caída de la demanda de combustibles, con el barril en menos de 20 dólares, los precios en surtidor no se movieron hacia abajo, con el argumento de que hasta diciembre del 2019 tenían un retraso causado por el congelamiento de precios adoptado en agosto de 2019, cuando el gobierno de Macri intentaba revertir el mal resultado de las PASO.

Y si se toma la histórica referencia de un litro de nafta por dólar, siguiendo el tipo de cambio oficial para quien quiera comprarlo hoy, implicaría que ese valor todavía debería subir, en las cotizaciones actuales, hasta la franja de los 130 pesos por litro.

Llenar el tanque: entre 3.300 pesos de nafta y 6.100 de diesel premium

De este modo, cargar un tanque hoy de 48 litros de nafta súper puede arrancar en los 3.300 pesos. Comparado con diciembre de 2019, la misma operación costaba algo más de 2.300 pesos, lo que significa un 41 por ciento de incremento, lo que estaría algunos puntos por debajo de la inflación acumulada hasta el momento.

Si la carga se hace con nafta Infinia, siguiendo con los precios más bajos del mercado, el conductor del mismo vehículo pagará poco más de 4.000 pesos, mientras que hace 15 meses la operación implicaba 2.800 pesos, con una suba del 42 por ciento.

Quienes tienen camionetas con carga del diesel de mayor refino deben “sangrar” un poco más: llenar un tanque de 80 litros, a 90,10 pesos por unidad, supera los 7.200 pesos. Unos 2.441 pesos más que hace 15 meses, con una suba equivalente al 51 por ciento, por encima de la inflación acumulada en el período.

¿El premio consuelo? YPF anunció un plan de inversiones con el que apunta a incrementar su producción de petróleo y gas en el país. Los beneficios no se ven directa ni rápidamente, pero que en la medida que esa expectativa se concrete habrá posibilidades de que la inflación empiece a superarse en base a productividad.  

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