Las obras que faltan: Santa Cruz reflota el proyecto lago Buenos Aires y en Comodoro buscan reemplazar cañería del acueducto “nuevo”

El proyecto de un acueducto entre lago Buenos Aires y Caleta Olivia fue planteado años atrás, con una inversión estimada en más de 1.000 millones de dólares, durante el segundo gobierno de Cristina Fernández.

El tema fue parte de la agenda abordada por la gobernadora junto al ministro de Infraestructura de Nación, Gabriel Katopodis, aunque no se brindaron mayores detalles desde el ámbito oficial, en tanto el gobierno de la vecina provincia también puso énfasis en la ampliación de planta desalinizadora de agua de mar, a partir de su reciente visita a Israel.

Desde Santa Cruz se apunta a disminuir la dependencia que se mantiene con el sistema acueducto del lago Musters, ante las dificultades crónicas que sufre el sistema, en una combinación de problemas estructurales que se ven agravados por la sequía y el cambio climático.

Las obras de refacción y nueva infraestructura que necesita el acueducto de 1999

Por otra parte, en materia de infraestructura faltante,  el plan de trabajo elaborado por la SCPL prevé distintas propuestas técnicas, que van desde el reemplazo total del ducto que sale desde Sarmiento hacia Comodoro Rivadavia, por la falta de protección catódica y el avance de la erosión, hasta soluciones parciales para paliar la situación.

En relación a ese grave problema, la propuesta de trabajo consiste en renovar la cañería de conducción en el tramo existente entre las Estaciones de Bombeo Cerro Negro hasta la Zona de Gravedad, Instalando 70 km de cañería de transporte (PEAD, PRFV o PVC “O”). Uno de los presupuestos obtenidos para ese trabajo plantea que el metro de cañería asciende 375 dólares más IVA y gastos de traslado, es decir un piso de 30 millones de dólares.

A esto se suma el problema del tramo crítico de la “zona de gravedad”, entre Pampa del Castillo y el ingreso a Cerro Arenal, donde el agua se transporta por la fuerza natural de la pendiente y la cañería redujo su diámetro a 700 milímetros, achicándose desde la medida original de 1 metro que trae hasta ese punto, lo que se convierte en una especie de embudo. En caso de que se termine la obra de repotenciación, que sumaría más potencia al bombeo de agua, la mayor velocidad podría romper ese caño:

“La velocidad del fluido aumentaría a 3,25 metros cúbicos por segundo –dice el informe sobre ese sector crítico-, cuando lo aconsejable es no superar los 3 m/seg para para evitar de esta manera la erosión interna de la cañería, por la velocidad de circulación del fluido”.

Como en el proyecto original de la repotenciación se preveía la construcción de un nuevo caño en paralelo para dividir el caudal de agua entre ambas cañerías y así reducir la velocidad del fluido, para mantenerla dentro de márgenes normales, una de las propuestas se vincula con avanzar en esa tarea, es decir sumar un caño paralelo en ese trayecto específico donde se reduce el diámetro.

“A los efectos de disminuir la velocidad de circulación del fluido en el interior de la cañería en la Zona de Gravedad, se sugiere considerar la posibilidad planteada en el anteproyecto original de la Obra ‘Optimización del Acueducto Regional Lago Musters – Comodoro Rivadavia – Rada Tilly (Chubut) y Caleta Olivia (Santa Cruz), la cual planteaba la incorporación de un segundo caño en la zona mencionada”, señala el informe.

“Esto permitiría distribuir el caudal a transporta en dos cañerías con la consiguiente disminución de velocidad en la circulación, además ofrecería una alternativa de abastecimiento a las ciudades servidas ante la eventual rotura de uno de los caños de transporte”, concluye.