Los abuelos abandonados por su hijo en un bar de Rosario ya tienen nuevo hogar
La pareja, de 92 y 86 años, fue trasladada a una residencia para ancianos en la zona sur de la ciudad santafesina. Contarán con atención médica y hasta pileta climatizada para tareas de rehabilitación.
ROSARIO (ADNSUR) - Hilda y Hugo, la pareja de abuelos que el mes pasado conmocionó al país tras ser abandonada por uno de sus hijos en un bar de Rosario, fue trasladada este lunes a una residencia para ancianos en la zona sur de la ciudad santafesina.
En su nuevo hogar, los abuelos de 92 y 86 años contarán ahora con atención médica, kinesiólogos, nutricionistas e incluso una pileta climatizada para que puedan realizar las tareas de rehabilitación.
Ambos fueron abandonados el mes pasado en un bar por uno de sus hijos tras ser desalojados del departamento que alquilaban. Estuvieron más de 7 horas dentro del local hasta que finalmente fueron llevados a una comisaría y rescatados más tarde por otro de sus hijos, Raúl González.
Según relata Clarín, “este lunes, cerca de las 11 de la mañana, fue trasladada a su nuevo hogar. Abandonaron la casa de Raúl González, su otro hijo, quien debió pedirle a dos de sus cuatro hijos que se buscaran por un tiempo un lugar donde dormir. Debían hacer lugar a los abuelos. Esa era la prioridad. Aunque faltara espacio y dinero para atenderlos. Eran seis personas bajo el mismo techo, en un lugar sin comodidades para los ancianos”.
González inició gestiones en distintos ámbitos para resolver el tema. Recibió ofrecimientos particulares para alojar a sus padres, pero debió rechazarlos por distintos motivos. Además no contaba con el dinero para contratar a una persona que los fuera a cuidar. El panorama era complejo, pero ahora apareció el personal del Hogar Español para tender una mano.
"Escuchamos su historia y quisimos ser solidarios. Ahora están felices, contentos", explicó Gabriela Alabern, directora del establecimiento, una entidad sin fines de lucro que alberga a 76 abuelos.
En 28 de los casos que atienden reciben una asistencia del Gobierno español. También aportan para su funcionamiento el Estado santafesino y el Pami. "Algunos pueden pagar una cuota particular y otros no. Pero nosotros estamos para darle una buena calidad de vida a los adultos mayores. Esperemos que Pami o alguna institución nos apoye un poco. Y si no lo haremos de corazón", explicó.