Luchadoras y aguerridas: historias de madres ejemplares de Comodoro
Laura Aguirre tiene 9 hijos pero alimenta a por lo menos 100 personas cada día en su comedor; Silvina es madre de las primeras trigemelas de Argentina y las esperó 40 días a que sean dadas de alta; Laura Rocha tiene cuatro hijos y el mayor sufrió una parálisis cerebral durante su nacimiento, y Gabriela It es la mamá de Noah, un niño de 5 años que padece una enfermedad llamada mielomeningocele. Laura Silvestrini, en tanto, se animó a experimentar con células madres para que hija mejore su visión. Historia de cinco madres que son ejemplo para la sociedad.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Hoy, domingo, en Argentina se celebra el Día de la Madre. Desde temprano desfilarán los desayunos sorpresa, los regalos, los mimos, y seguramente sobre el mediodía llegará el asado.
Quienes la tengan al lado podrán disfrutar de esta fecha especial, y quienes no, podrán recordar aquellos momentos únicos que les dejaron sus madres.
En ADNSUR, a modo de homenaje, rescatamos las historias de madres que son un ejemplo para la sociedad, como Laura Aguirre que tiene 9 hijos pero alimenta a por lo menos 100 personas cada día; Silvina que es madre de las primeras trigemelas de Argentina; Laura que tiene cuatro hijos y el mayor sufrió una parálisis cerebral durante su nacimiento; Gabriela que es la mamá de Noah, un niño de 5 años que padece una enfermedad llamada mielomeningocele y otra Laura que se animó a experimentar con células madres para que hija mejore su visión.
Historia de cinco madres que son ejemplo para la sociedad.
CUANDO EL AMOR SIGNIFICA UN PLATO DE COMIDA
Laura Aguirre tiene 55 años y llegó a Comodoro hace tres lustros con 7 de sus hijos y su marido. Juntos decidieron buscar suerte en la pujante ciudad petrolera. Sin embargo, el destino los separó y ella decidió ayudar a quienes más lo necesitan.
Desde hace 9 años, primero los fines de semana y ahora todos los días, ella recibe en un comedor que está ubicado en la zona más alta del barrio La Floresta a cientos de personas que buscan un plato comida, quizás lo único que coman en el día.
Según contó Laura a ADNSUR, hace unas semanas, cuando comenzó a ayudar “era tanta la necesidad” que llegaba gente al mediodía. “Yo le daba lo que yo cocinaba para mis hijos. Pero se fue aumentando y decidí avanzar”, recordó.
Laura asegura que el comedor es su cable a tierra, la posibilidad de ayudar a familias con hijos que no tienen un plato de comida en la mesa, y el mejor ejemplo de contención. Su recompensa es el agradecimiento de la gente y el beso que cada niño le da antes de irse a la escuela.
MADRE POR PARTIDA TRIPLE
Silvina, por su parte, es la madre de las primeras trigemelas de Argentina y Comodoro Rivadavia, ciudad que curiosamente contabiliza dos casos de este tipo cuando se registra uno cada 200 millones de embarazos.
Las pequeñas nacieron el 26 de agosto de 2010, a las 33 semanas, luego de un embarazo de riesgo que implicó numerosos cuidados.
En la cesárea participó un equipo de más de 10 profesionales que recibió a Uma (1.260 kg), Briana (1.550 Kg) y Luana (1,680 kg).
Según contó Silvina, durante el embarazo sufrió preeclamsia y recién al tercer día pudo conocer a sus hijas, quienes debieron pasar 40 días en terapia intensiva infantil bajo un estricto control médico y de las enfermeras.
“Fue un momento muy difícil”, reconoció esta madre coraje en una entrevista que mantuvo con ADNSUR previo al cumpleaños número 9 de las pequeñas.
Es que en ese periodo tuvieron que soportar la angustia de no saber cómo evolucionarían las trigemelas. Cada día fue decisivo y mucho más cuando Briana sufrió una infección en el catéter. Fueron momentos de angustia que junto a su marido pudieron soportar hasta que las pequeñas recibieron el alta.
Para Silvina ser madre por partida triple ha sido todo un desafío. Sin embargo, se siente una bendecida. “Me siento una bendecida de Dios que me dio mis cuatro angelitos; primero Mía y después ellas tres. Yo no pensaba tener cuatro hijos pero si Dios me lo envió es por algo”, sentenció.
LAURA, LA MAMÁ QUE AYUDA A ENTENDER LA DISCAPACIDAD
Laura Rocha tiene 4 hijos y el mayor de ellos, Joaquín, convive con una parálisis cerebral que se le produjo durante su nacimiento.
En una entrevista que Laura brindó a ADNSUR, contó que tener Joaquín “fue un aprendizaje día a día”.
La mujer admitió además que agrandar la familia fue una gran ayuda, principalmente para conocer mejor a Joaquín. “Ser mamá de mis otros hijos también me ayudó mucho a conocer a Joaquín, de por si él es un gran maestro en el día a día, en cómo se supera, pero el hecho de tener una familia grande te da un gran soporte para llevar una vida normal”, contó esta madre que asegura que tener un hijo con una discapacidad no “debe interferir los planes hacia adelante”.
“Nosotros cuando nos enteramos sabíamos que iba a ser difícil pero no imposible. De hecho hoy tenemos una familia hermosa. Mi esposo es un excelente padre, un gran soporte, y acompaña para tener estos resultados también”, explicó Laura.
GABRIELA, LA MADRE QUE SOLO QUERÍA SER DIGNA PARA SU HIJO
Gabriela It tiene 5 hijos, tres propios y dos de sus maridos. Uno de ellos es Noah, un niño de 5 años que padece mielomeningocele, una enfermedad que le produjo una discapacidad motriz de la cintura para abajo.
Gabriela se enteró a los 7 meses y medio del cuadro que padecía Noah. Sin embargo, no le importó ya que fue un niño “muy buscado”, según explicó a ADNSUR.
En una entrevista que mantuvo con este medio, la mujer aseguró que Noah “es un nene muy feliz”.
“Noah es maravilloso, es la persona que más me ha enseñado en esta vida. Entonces quiero devolverle un poco de eso. Mi único temor fue no ser la mamá digna de él”, admitió la madre de este pequeño.
Además de sus actividades diarias Noah asiste a la Escuela de Básquet de la CAI que dirige su tío, Mariano It, demostrando que es posible incluirse más allá de las dificultades.
DAR TODO POR UN HIJO
Laura Silvestri, por parte, es mamá de Abril, una nena de 12 años que a los cuatro meses de gestación fue diagnosticada con gastrosquisis. Laura por entonces tenía 24 años.
Por ese diagnóstico Abril fue operada y posteriormente le dijeron a su madre que iba a ser no vidente. . “Qué más me podría pasar. Fue tremendo. Nadie espera algo así”, admitió Laura en enero de este año.
Ante esa situación, esta madre coraje no se quedó con él no y comenzó a buscar alternativas. Así por consejo de un oftalmólogo comenzó a averiguar sobre posibles tratamientos con células madres. Para lograrlo tuvo que viajar a un prestigioso instituto de China con todo el esfuerzo económico que conlleva.
Sin embargo, el resultado fue positivo. “Abril tenía muy poca visión en un ojo y el otro quedó ciego directamente. Su visión es tubular pero a partir de este tratamiento se le abrió el campo visual y su ojo ciego está viendo, distinguiendo. Nosotros estamos agradecidos de la vida, de lo que logramos”, explicó esta mujer que hoy celebrará la vida ante el avance de su pequeña.
Es que así como Laura, en la ciudad hay pequeñas historias que guardan mucho más que la experiencia de la familia, enseñanzas que pueden ayudar a una sociedad.