Luego de 55 años, cierra el histórico local comodorense “La Casa de las Novias”
Isabel Barrera con 87 seguía hasta ahora al frente de su local, en el cual vistió a tres generaciones de comodorenses. Lamentó tener que cerrar las puertas en medio de la pandemia, y recordó sus difíciles comienzos y las décadas de trabajo en la ciudad.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – La Casa de las Novias, con más de medio siglo de historia en la ciudad, anunció su cierre definitivo. El local ubicado en la avenida Rivadavia Nº 1929, reconocido por sus vestidos de 15 años, egresos, pret a porter y uniformes para empresas, vistió a varias generaciones. Días atrás, en medio de la pandemia de coronavirus, su dueña Isabel Barrera, de 87 años, confirmó que cerraría las puertas.
“Llegué a este lugar que es mi hogar en el año 1965. Todo empezó luego de trabajar en la calle Dorrego donde alquilábamos. Al comprar este espacio sobre la avenida Rivadavia lo primero que hizo mi marido fue la casa y luego instalé un taller en el living”, recordó.
Y manifestó que en aquella época su esposo no quería dejarla trabajar. “Era generar vergüenza en la sociedad, pero por más que no me dejara, le aseguré que lo haría igual. Eran las 10 u 11 de la noche y la gente seguía tocando el timbre para que las atienda”, dijo.
Isabel además relató que luego armó una academia, donde mucha gente también se recibió “algo que con el transcurrir del tiempo tuve que cerrar porque lamentablemente no podía hacer las dos cosas. Esos años no había asfalto, tuvimos el primer teléfono del barrio y cuando llovía la gente no se podía bajar porque se enterraban en el barro, así que los atendíamos de afuera”, indicó.
Asimismo, explicó que el motivo del cierre definitivo, Barrera puntualizó que se debe a la pandemia Covid-19 y a su edad. “Pensaba trabajar un año más o por lo menos hasta fin de año, pero vino esto y tomamos la decisión de cerrar, porque son muchos los comercios que no trabajan y no sabíamos cuándo la situación mejoraría”, dijo a Diario Crónica.
Por otro lado, lamentó que “teníamos dos empleadas muy buenas que me ayudaban, Teresita Sosa y Carla González, con las cuales tuve que conversar y comunicarles que no podíamos seguir trabajando, ya que seguramente no se permitirán por un largo tiempo las fiestas, casamientos, egresos, cumpleaños de 15, entre otros eventos”.
Isabel manifestó su dolor ante el cierre definitivo. “Hay que acostumbrarse a la idea de que no se vive siempre y no siempre se puede hacer lo mismo, hasta acá llegamos. Tres generaciones he vestido, las primeras novias trajeron a sus hijas y sus hijas volvieron a traer a sus hijas”, valoró.