Lugares olvidados de Comodoro: la ruta provisoria que quedó para siempre
En 1995 el Cerro Chenque tuvo un deslizamiento que partió la ciudad en dos. En ese entonces el camino del Centenario era una carpeta de ripio y no existía el Roque González. Fueron 6 días de trabajo continuo para volver a unir la ciudad. Como alternativa provisoria Vialidad Nacional junto a Provincia construyeron "una ruta fantasma" arriba del primer cementerio. Luego se reconstruyó la traza original dejando de lado un ambicioso proyecto que apostaba a una solución definitiva. Desde entonces, el sector tiene una ruta en desuso y ninguna proyección de cambio. El tramo del Cerro Chenque, uno de los lugares olvidados de Comodoro.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Febrero. Madrugada. Comodoro Rivadavia dormía. Mientras algunos noctámbulos disfrutaban la noche, otros trabajaban y los demás volvían de hacerlo. Era una noche tranquila y la ciudad se preparaba para celebrar un nuevo aniversario, el cual se cumpliría 11 días después. Pero todo cambió de un momento a otro y desde entonces la fisonomía de un lugar icónico de Comodoro no volvió a ser la misma pese a las promesas del Estado, los proyectos y el peligro que representa una enorme masa de tierra y arcilla que junto al mar delimita una parte de la Ruta Nacional 3.
La historia indica que a las 3 de la madrugada del 12 de febrero de 1995 el Cerro Chenque se movió y una gran masa de tierra se desplazó hacia la costa destruyendo un tramo del asfalto de la Ruta Nacional N°3, la única arteria asfaltada que unía la zona sur y la zona norte de la ciudad.
Comodoro Rivadavia quedó partida en dos, con grandes grietas de más de 3 metros de profundidad en algunos sectores. Para volver a unir la ciudad, durante seis días, con quince horas diarias, trabajaron motoniveladoras, topadoras, camiones y grúas acondicionando tres caminos alternativos de pedregullo.
A 24 años de este hecho, el sector es uno de lugares olvidados de Comodoro Rivadavia. Al costado de la Ruta Nacional N° 3, que se volvió a construir luego de unos años, quedó un camino en desuso. El mismo fue construido por Vialidad provincial y su par nacional como medida alternativa, y derivó en un millonario juicio al Estado Nacional por parte de los propietarios de dos terrenos privados que fueron utilizados para construir esa vía.
Con el derrumbe también quedaron algunos proyectos archivados e incluso la eterna promesa de un Camino de Circunvalación que evitaría que los camiones transiten por el Centro de la ciudad y por ende por ese tramo de la Ruta 3.
UN AMBICIOSO PROYECTO
El ingeniero Jorge Huberman fue uno de los ideólogos de un proyecto que quedó archivado para siempre. Está última semana, él dialogó con esta columna y lamentó que no se haya podido concretar esa majestuosa obra que incluía un viaducto: “Cada vez que veo el acceso al puerto de Buenos Aires, con ese camino y el viaducto en plena barraca de Belgrano para que pase un ferrocarril, siento una bronca inmensa”, confesó.
“Nosotros 20 años antes propusimos algo parecido y lo único que logramos fue que una parte importante de los profesionales y la población tenga una opinión negativa, y hoy vemos un viaducto en uno de los lugares más caros de Buenos Aires. Realmente me da una tristeza profunda”, admitió.
El proyecto que Huberman realizó junto a los ingenieros Eduardo Torres y Nelson Escobar, de la Facultad de Ingeniería, fue elaborado en el marco de un convenio que realizó Vialidad Nacional con los gobiernos municipal y provincial y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
El mismo se presentó durante el gobierno de Marcelo Guinle y contemplaba la calzada, nuevas vías de conexión para evitar demoras en el tránsito y un puente de 850 metros que atravesaría el mar desde el Chalet Huergo al puerto apoyado sobre pilotes. Luego la arteria continuaría por la zona sur con un terraplén construido con defensa de piedra sobre el mar, hasta unir con lo que hoy es el actual Camino Juan Domingo Perón y encontrarse con la rotonda de la ruta 3 y 26 donde también se iban a realizar dos niveles para mejorar el tránsito.
Al recordar el proyecto, Huberman explicó que “una de las cosas que solicitaba la encomienda de trabajo era que el tránsito, entre el cruce de las rutas 3 y 26 hasta el cruce con la ruta provincial 39, fuera ininterrumpido, que no hubiera semáforos ni cruces al mismo nivel".
"Esas eran las condiciones impuestas, y la otra el acceso y egreso adecuado al puerto de Comodoro que se percibía que con el tiempo estaba llamado a tener un desarrollo muy importante", recordó.
UNA RUTA FANTASMA
Finalmente, el proyecto de Huberman y compaña nunca se concretó y como solución provisoria Vialidad Nacional junto a Provincia construyeron un camino arriba del primer cementerio de Comodoro Rivadavia. El organismo nacional lo financió y la provincia puso el equipamiento.
La traza que denomina como “ruta fantasma”, ya que no existía en los registros de Vialidad Nacional aún forma parte del paisaje y es utilizada por atletas y ciclistas para realizar deporte y por fotógrafos para realizar sesiones aprovechando el imponente fondo que une al mar, con la ciudad y el cerro Chenque.
Sin embargo, su construcción generó críticas y terminó en dos juicios por parte de los dueños de dos terrenos que se encuentran frente a la estación de servicio de la zona. Según pudo confirmar ADNSUR, la causa penal por esa toma ilegal de tierras prescribió en la Justicia Federal. Mientras que la carpeta civil fue tuvo fallo favorable para los propietarios, quienes tardaron en años en cobrar el juicio a Nación.
Tanto tuvieron que esperar para que salga el fallo de Cámara que al cumplirse un año, uno de los damnificados fue a la Justicia Federal con una torta y en la mesa de entrada comenzó a cantar el feliz cumpleaños, lo que posiblemente haya acelerado los plazos resolutivos.
LA SOLUCIÓN DEFINITIVA
Años después vino la reconstrucción de la traza original, algo que fue muy cuestionado ante el peligro que significaría un nuevo desplazamiento y el costo de la obra que no brindaría una solución final.
Con su inauguración, el anterior camino quedó en desuso y desde entonces la ruta está abandonada, pese a que en algún momento se pensó aprovechar ese camino para realizar un paseo.
Para Huberman esas soluciones fueron “adecuadas en función de las circunstancias”.
“En aquella época la Ruta Nacional 3 tenía muchísimo tránsito y luego se fue incrementando, y las obras de gran magnitud llevan alrededor de 6 años para hacerse, entonces fueron soluciones que le dieron una solución prácticamente inmediata al tránsito de Comodoro”, indicó.
El resto es historia. La arteria en desuso continúa estando al lado de la transitada ruta 3 y el Chenque cada tanto amenaza con un nuevo desplazamiento. Mientras tanto para tratar de evitar otro incidente de este tipo se inició el aterrazamiento del cerro, una faraónica y cuestionada obra que aún está en curso.