Mascotas Presidenciales: Edición Familia Real Holandesa
Hoy en nuestra sección nos convertimos en parte de la realeza europea por un rato, para conocer a “Mambo”, el perro que acompaña a Máxima de Holanda.
Los reyes de Holanda y sus hijas son fanáticos de los perros, tienen dos labradores llamados “Nala” y “Skipper” y hace poco menos de un año sumaron a “Mambo”, quien comenzó a acompañarlos en las fotos familiares.
Lo presentaron el 4 de octubre del año 2021 en la cuenta de Instagram de la familia real holandesa. En el posteo subieron la foto del can junto a la siguiente frase: “¡Hoy es el Día de los Animales! ¡Conoce a Mambo, el miembro más nuevo de la Familia Real!”. La publicación actualmente cuenta con casi 30.000 “me gusta”.
El perro fue un regalo para Máxima Zorreguieta por su cumpleaños número 50, en mayo de ese año, razón por la cual al momento de su presentación en sociedad tenía 8 meses.
La princesa Amalia le confesó a una periodista que la llegada del perro al clan familiar tenía como objetivo que la reina no se sienta sola en el palacio cuando ella y su hermana, se vayan a la universidad.
"Mambo es en realidad un regalo para mamá, porque Alexia y yo nos vamos de casa", expresó en la entrevista.
Una anécdota peculiar
Poco tiempo después, el perro estuvo en boca del mundo por una situación muy particular. La reina Máxima, nacida en Argentina, tenía prevista una visita virtual al Centro de Experiencia Education Care en Saba. El lugar había ganado un premio de la Fundación Orange, que los reyes patrocinan. En ese encuentro dialogó con los niños que participaban hasta que “Mambo” decidió hacerse notar con ladridos.
El pequeño perro interrumpió la videoconferencia en una enorme estancia familiar llamada Huis ten Bosch, que tiene salida a jardines y enormes ventanales. Todo parece indicar que la pequeña mascota de los “Van Orange” tiene libertad para moverse por el palacio ya que apareció de repente reclamando la atención de la reina que tuvo que pedir disculpas y hablar con él. Luego de calmarlo, continuó la reunión como si no hubiese sucedido nada.
Al parecer, la realeza no puede esquivar los problemas cotidianos y también pasa por situaciones como el síndrome del nido vacío o interrupciones de videollamadas por los ladridos de sus perros.