Miel batida: el manjar de Chubut que conquista paladares
Jane Rojas Varas es apicultora en Dolavon y posee un vínculo de verdadero respeto hacia las abejas, estos pequeños seres que, a pesar de su tamaño, realizan un trabajo titánico para producir la miel, un alimento esencial y nutritivo para la vida humana.
Es posible que al llevarse una cucharada de miel a la boca, nadie se detenga a pensar cómo se produjo ese alimento. ¿Te lo preguntaste alguna vez? ¿Cuánto tiempo les llevó fabricarla? ¿Hasta dónde volaron para encontrar polen? ¿Cuánto tiempo viven? ¿Cómo se la cosecha?
Para Jane, la apicultura es un modo de vida y, en una entrevista con ADNSUR, relató algunos detalles sobre la obtención de miel y estos insectos milenarios que producen uno de los alimentos más nutritivos de origen animal.
Jenny, como la conocen todos, tiene una chacra en Dolavon y hace unos años llevó abejas al lugar para polinizar algunas plantaciones. Allí descubrió el mundo de las abejas, a tal punto que cambió prácticamente toda su actividad hacia la elaboración de la miel.
“El productor de miel debe ser muy respetuoso con la naturaleza. De las abejas se aprende mucho y a veces pienso que si las personas fuéramos como ellas, tendríamos un mundo mejor”, afirmó Jenny.
Jane le dedica la vida a las abejas. Tiene un poco más de 60 años y todo gira en torno a ellas. Sus manos son las de una trabajadora que le dedica poco tiempo a la coquetería; eso sí, el jardín está repleto de delicadas rosas y a cada paso que da su vista está atenta a las abejas, casi como quien cuida a un hijo.
EL MEJOR LUGAR PARA LAS COLMENAS
A la hora de instalar colmenas es necesario analizar a dónde se las va a colocar, ya que para que sean fuertes y produzcan, es necesario que cuenten con recursos como agua y plantas, que en primavera tengan floración.
Otro factor determinante es el clima, ya que ellas comienzan a trabajar en primavera, y si los calores se atrasan, la producción también.
Es importante que estén rodeadas de un ambiente tranquilo. Si hubiera animales alrededor que, por ejemplo, quieran tirar o curiosear en las colmenas, tendrían motivo para alterarse. Una abeja en un contexto de armonía jamás pica, solo lo hace cuando se siente amenazada.
La pasión de Jane son las abejas y mientras caminaba entre las colmenas, describía cada detalle de las mismas. Al llegar a la sombra de un árbol, se detuvo a observar un enjambre, y así, a cada paso, algo grandioso para contar de estos insectos tan sabios.
Un tema muy interesante es el de las abejas reinas, que son una de las piezas fundamentales para que la colmena funcione.
LAS ABEJAS REINAS QUE LLEGAN DESDE MENDOZA
La elección de la reina la hacen las obreras y la alimentan exclusivamente con jalea real. Jane está siempre atenta a ellas, porque muchas se van con enjambres, se pierden o se mueren por accidente, o simplemente les llega la vejez, y es por eso que tienen que reemplazarlas.
Cuando ocurren este tipo de cuestiones, es necesario sustituirlas rápidamente para que no se pierda tiempo en todo el proceso, y es ahí que la apicultora se contacta con un criador de abejas reinas de la provincia de Mendoza.
“Compro abejas reinas de genética italiana, me las mandan en una jaulita con un Candy, la envían en transporte de pasajeros o algún camionero amigo”, relató Jane.
Las reinas no pueden pasar mucho tiempo encerradas en la jaula porque se mueren, por lo que, apenas las reciben, tienen que pulverizarlas para que tomen agua.
CHIQUITAS PERO PODEROSAS
La organización de las abejas es muy estricta y cada una cumple un rol específico. Desde que nacen hasta que mueren su única labor es trabajar.
Abejas reinas: miden de 1.5 a 2 cm, vive aproximadamente de 2 a 3 años.
Puede poner hasta 2.000 huevos por día y solo se alimenta de jalea real.
No produce miel, su función es procrear y sostener la actividad de la colmena
Abejas obreras: miden de 0.75 a 1 cm, viven unos 45 días. Ellas colectan el polen y lo llevan hacia la colmena. Limpian y reparan el panal, cuidan los huevos que pone la abeja reina, etc.
Vuela unos 3 km a la redonda entorno a la colmena.
Zánganos: su única función es fecundar a la reina
Las patas de las abejas: poseen 3 pares de patas y cada par tiene funciones diferentes. Limpieza, agarre, transporte y almacenamiento del polen
“Es hermoso ver a las abejas cuando transportan el polen, parece vehículos con ruedas patonas de color naranja”, comentó la apicultora.
LOS ENEMIGOS DE LAS ABEJAS
Las abejas deben estar sanas y es por eso que la apicultora debe controlar el estado de la colmena constantemente. El otoño es el momento ideal para controlar la salud de los insectos. Algunas de las enfermedades pueden ser:
Varroasi: es como una garrapata pequeña que se mete en la celda cuando la larva está crecida y eso genera que la abeja crezca con malformaciones y débil.
Nosemosis: a enfermedad que aparece cuando hay mucha humedad y les produce diarrea a las abejas. Cuando esto sucede se observa a las colmenas chorreadas por el frente
Los agrotóxicos también son perjudiciales y las chaquetas amarillas ya que matan a las abejas.
LA COSECHA DE LA MIEL
La miel se cosecha en enero o febrero. Es una tarea bastante dura, ya que hay que trabajar con los trajes, bajo el sol y trasladar el peso de las “alzas” (cámara donde se almacena la miel). Las de Jane pesan unos 20 kg aproximadamente y a lo largo del día, el cuerpo se cansa.
“Yo comienzo a trabajar a la madrugada, apenas sale el sol y luego hago un corte al medio día para esperar que el calor aplaque”, expresó Jenny.
Los traslados de las alzas se hacen en vehículo y hay que tener sumo cuidado con la limpieza. El establecimiento de la apicultora posee un galpón con todas las maquinarias para realizar los procesos hasta que se envasa la miel.
“Estamos habilitados y trabajamos con las normativas de buenas prácticas. Tengo el registro del RNE (Registro de Establecimiento) y RNPA (Registro de Producto)”, indicó Jane.
MIEL BATIDA, UN VERDADERO MANJAR
Una de las perlitas que tiene “Nativa” es la miel batida. La textura es suave, como si fuera un “mouse” y al probar una cucharada el sabor dulce y suave se distribuye rápidamente en toda la boca.
Para esto Jane tiene una maquinaria especial. La miel dura está en un tacho y un sistema de paletas comienza a girar suavemente sobre ella. Todo el proceso debe hacer con mucho cuidado para que el alimento no pierda sus propiedades ya que cualquier cambio de temperatura puede alterarlo.
“Tengo clientes que no comían miel y a partir de que probaron la miel batida ya no la quieren dejar”, contó Jane.
Jane caminaba por su chacra y entre las colmenas sin ningún tipo de temor. El zumbido que emiten es parte del paisaje. Habla de las abejas y se expresa con orgullo, y no deja de sorprenderse del trabajo y la organización que tienen.
“Producir miel es algo muy importante y quien se dedique a la apicultura debe generar un vínculo con las abejas”, culminó Jenny.