Milei vs. Lali: Discursos de odio y el impacto de las redes sociales
En los últimos días los ánimos de redes sociales mostraron un giro interesante en las discusiones políticas en Argentina. Se dio una pelea en redes sociales extraña y alejada de la realidad económica de los argentinos. En un país donde hace meses suceden cosas irreales, naturalizamos ciertas discusiones como por ejemplo, el presidente y Lali.
El Presidente Javier Milei comenzó una discusión contra la cantante y actriz, Lali Esposito. Esta pelea nos remonta a unos meses atrás, cuando Milei sale primero en las PASO presidenciales y Lali, como sujeto político y una ciudadana más argentina, decide postear en su cuenta de X (ex Twitter) "Qué peligroso. Que triste". Lo que era una realidad para la actriz, y una posición política, fue motivo de guerra entre los usuarios libertarios y los simpatizantes de Lali. Podemos mencionar que los simpatizantes de la actriz están posicionados en otro espacio político, o comparten ideas que tienen que ver con la soberanía nacional, el reconocimiento de la cultura y de la industria Argentina, pero que tal vez no se aglomeran en un espacio político particular.
“Ella empezó”, expresó Milei en una entrevista periodística, mostrando una asimetría de
poder, donde el presidente, quién debería buscar consensos y diálogos entre diferentes
sectores, el de la industria de la cultura por ejemplo, se ensaña porque hay una persona
que no opina como él.
Las discrepancias entre artistas nacionales y el presidente viene de hace tiempo, cuando Milei propone en la Ley Ómnibus, recortar fondos de los principales institutos que sostienen el arte, la cultura, la música y el cine argentino. Estas diferencias fueron creciendo a partir de chicanas en redes sociales, memes, enojos por parte de Milei, que sostiene, que todo esto es financiado por el Estado para responder a un sector político en particular, “los K”. Una grieta que para entender, hay que ver el escenario de medios nacionales hace un par de años atrás, y que hoy se desdibuja y se traslada a un plano más cercano al ciudadano: el celular y las redes sociales.
Esta grieta, entre “la casta” que para Milei serían quienes son financiados por el Estado y
los libertarios o votantes de La Libertad Avanza, genera discusiones permanentes en redes sociales que terminan con insultos y destilan broncas, innecesarias por parte de ambos sectores. Lo preocupante, es que comiencen y sean fogoneadas por el Presidente de la Nación, lo que habilita, culturalmente hablando, a que otros sectores puedan ejercer esa misma conducta.
Por ejemplo, si el Presidente le ha dado me gusta a posteos que insultan a Lali Esposito
como artista por participar de espectáculos municipales en el país, habilita que
hipotéticamente hablando, otros la puedan insultar. Ahora, saquemos a Lali de la discusión, y pensemos en otras referentes más cercanas a la política que han vivido situaciones similares. Empezando por Cristina Fernandez de Kirchner, el intento de magnicidio y la violencia mediática que ha vivido por años, o en Patricia Bullrich y los chistes sobre su aspecto y consumo de alcohol, o los memes de “Lilita” Carrio que sobrepasan las fronteras entre el chiste y el insulto, o los deseos de muerte a Ofelia Fernández. La violencia hacia las mujeres que se ejerce en redes sociales seguirá creciendo en tanto se legisle al respecto, con avances fallidos se ha intentado, pero hoy no pareciera ser un tema que ocupe la atención del presidente, al menos eso demuestra en la actividad de sus redes sociales con sus más de 600 likes diarios contra artistas.
Dimensionar el poder de las palabras, de un posteo, del impacto de una imagen en redes sociales, podría hacernos pensar que lo que decimos todos los días, tiene algún valor, y que cuando ese valor se hace colectivo, pueden generarse consensos y acuerdos así también como discusiones y odio.
Esta pelea podría ser un gran espectáculo de redes sociales que nos tiene en vigilia a todos con un balde de pochoclos, esos comentarios que se dan de sobremesas entre familia un domingo “viste con quien se peleó Lali…” de esas que Intrusos podría hacer programas enteros. Tal vez nos olvidamos que el involucrado es el presidente, y que hoy hay otras cosas donde poner el foco de atención.