COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – En Aysén este martes terminó la búsqueda de Ramón Esteban Vásquez, el comodorense que desapareció el sábado 25 de enero por la tarde cuando junto a tres amigos cayó de la embarcación en la que pescaban.

El accidente de Vázquez trajo a la memoria otros incidentes que se produjeron en aguas abiertas y que tuvieron como protagonistas a habitantes de esta ciudad.

Morir en el agua: seis comodorenses y un sarmientino perdieron la vida en deportes acuáticos durante la última década

EL FUNCIONARIO QUE MURIÓ EN EL MAR

El 11 de junio de 2011 Sergio Piriz, por entonces integrante del Tribunal de Cuentas Municipal, despareció mientras practicaba windsurf en la playa conocida como “Los Limites”, sector donde se divide Chubut y Santa Cruz.

Eran alrededor de las 15:30 y el contador practicaba windsurf junto a un conocido abogado. El jurista fue quien pidió ayuda a las autoridades de Ramón Santos, cuando vio que su compañero no podía salir.

Rápidamente, Prefectura Naval llegó hasta el lugar e inició un amplio operativo de búsqueda que continúo hasta altas horas de la noche.

Cuando los rescatistas llegaron a la zona Piriz estaba a unos 200 metros de la costa. Agitaba los brazos y podían verlo sin dificultad. Una moto acuática intentó entrar para rescatarlo. Sin embargo, el oleaje la dio vuelta y fracasó el intento.

Luego los rescatistas quisieron entrar con un gomon, y mientras tanto un helicóptero sobrevolaba la zona. Sin embargo, todo fue en vano.

Las inclemencias del tiempo jugaron en contra y Piriz se fue alejando de la costa ante la caída del sol. Con la oscuridad de la tarde todo fue más difícil y se perdió de vista a la víctima.

Cerca de las 19:00 de ese día, las autoridades declararon en forma oficial la desaparición del contador. Las condiciones meteorológicas ya no daban garantías para continuar buscando en el sector.

EL WINDSURF QUE SE SALVÓ

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Apenas un año después otro hombre sufrió un accidente de similares características en la misma playa. Maximiliano Guerrero, que por entonces tenía 35 años, estaba practicando windsurf cuando perdió el control de la vela y desapareció de la vista de sus acompañantes.

Era el 8 de septiembre de 2012, y Guerrero junto a dos amigos había ido a practicar windsurf en la zona. Sin embargo, luego que perdió la vela sus compañeros no volvieron a verlo y dieron aviso en el puesto Ramón Santos.

Eran alrededor de las 14:45 y Prefectura montó un operativo que incluyó un semirigido, un helicóptero y una moto de agua.

Más de 30 personas buscaron en el sector. Sin embargo, la noche se acercaba y no había novedades.

Cerca de las 18:40 Guerrero fue encontrado en la restinga. El hombre salió por sus propios medios pero no pudo caminar por el avanzado cuadro de hipotermia.

Rápidamente fue trasladado al Hospital Regional en un operativo que incluyó el desvió del tránsito. El hombre afortunadamente pudo salvarse.

LOS DESAPARECIDOS DE CALETA CORDOVA

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Un año después otra vez el mar se convirtió en tragedia. El 1 de diciembre de 2013, Cristian Lugones (33), Ignacio Sánchez (29) y Diego Martinaitis (28) desaparecieron en la costa de Caleta Córdova.

Ellos eran amigos, compañeros de EDVSA, y habían ido a disfrutar de la jornada navegando en kayac. Estaban acompañados por otro compañero, quien los perdió de vista cuando ya se acercaba la noche.

Rápidamente el hombre avisó a los familiares y comenzaron a buscar en la zona. Prefectura Naval recién tomó conocimiento del hecho cerca de la medianoche, cuando denunciaron que no los encontraban. Testigos aseguran que las olas alcanzaban los 8 metros de altura.

Para la búsqueda de los tres hombres se puso a disposición un guardacostas, una moto de agua y un avión. Mientras que Defensa Civil recorrió Bahía Bustamante junto a familiares y voluntarios que se sumaron con camionetas y cuatriciclos.

El quinto día de búsqueda un barco pesquero encontró uno de los kayac y un poblador de Bahía Bustamante otro. Se trataba de las embarcaciones de Cristian Lubones y Diego Martinaitis. Mientras que la tercera embarcación apareció al 10º día a 12 kilómetros al Sureste del Faro Aristizabal.

Los cuerpos en tanto nunca fueron encontrados.

LOS KAYAKISTAS QUE MURIERON EN EL LAGO MUSTERS

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El 26 de abril de abril de 2014 Hugo Urriategui, de Sarmiento y Alberto Cañete, quien vivía en Comodoro Rivadavia desde hacía 15 años, pero era oriundo de Joaquín González, Salta, desaparecieron en el Lago Musters.

Ellos habían ido a pasar una tarde de pesca en el sector oeste del lago, a 8 kilómetros de la zona conocida como El Mirador, pero no volvieron a sus casas, lo que motivó que sus familiares vayan a buscarlos.

En esa zona, los familiares encontraron la camioneta en que transitaban, pero sin ocupantes, y al no poder encontrarlos decidieron radicar la denuncia en la Comisaría del pueblo.

Policía, Prefectura, Ejército, Defensa Civil, Bomberos Voluntarios y  amigos y compañeros de trabajo de la empresa participaron del operativo de búsqueda que se extendió durante varios días. Y un día después de la desaparición los rescatistas encontraron el kayak amarillo de Urriategui, los remos y un flotador. Luego también se encontrarían dos patas de rana, un borceguí y un wader.

Un avión de Fuerza Aérea y un helicóptero de Prefectura Comodoro Rivadavia sobrevolaron la zona para intentar dar con los pescadores.  Sin embargo, los días pasaron y no se volvieron a tener novedades de ellos.

Los familiares insistieron con la búsqueda y a tres meses de su desaparición lograron que llegara un equipo robótico con personal especializado de la Prefectura Naval de Buenos Aires.

Durante tres días la maquina trabajó en el lugar, pero luego se descompuso ante la baja temperatura del agua y las algas que atentaban contra su desplazamiento subacuático.

La esperanza de encontrarlos prácticamente había desaparecido. Pero todo cambió el 9 enero de 2015, cuando el hermano de Hugo Urriategui encontró restos de un cuerpo en el sector. Es que nunca se dio por vencido de poder encontrar a su hermano.

El cadáver tenía partes de un traje de neoprene y por la contextura física creían que se trata del cuerpo de Cañete, lo que finalmente se confirmó.

En ese momento, los familiares pidieron que se reanude la búsqueda, y un mes después, el 11 de febrero, a 10 km del edificio de toma de agua, en zona de canteras, apareció el otro cuerpo.

El mismo fue encontrado por un sobrino y un hermano del desaparecido. Y así, luego de más de 300 días de búsqueda, la familia pudo tener algo de tranquilidad.

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