Mosaiquismo: las obras que "visten" Rawson y otras ciudades con color, intensidad y belleza
Una alta cuota de pasión, compromiso, trabajo en equipo y capacitación permanente son las claves para llevar adelante estas obras que generan una fascinación permanente. En Rawson, ADNSUR dialogó con Florencia De Benito quien nos explicó la tradición ancestral de estas técnicas, repasó sus producciones y valoró que cada vez más gente se incorpora para desarrollar este arte. La semana pasada, Florencia participó en un evento en Capital Federal que contó con un jurado del exterior que valoró -con énfasis- su obra.
Históricamente, las obras en mosaicos fueron una forma de arte popular en varias culturas alrededor del mundo. Los primeros mosaicos conocidos fueron hallados en un templo mesopotámico que data del tercer milenio A.C. Estaban compuestas de marfil, conchas y piedras. Estas piezas decorativas y abstractas sentaron las bases de mosaicos realizados miles de años después en la antigua Grecia y el Imperio romano.
Desde el siglo IV y hasta el Renacimiento, los mosaicos aparecieron en basílicas católicas de toda Italia. Estas obras etéreas de vidrio adornaban los techos y los pisos y típicamente representaban santos y otras figuras bíblicas.
Los mosaicos también son un elemento básico de la arquitectura islámica, que se volvió muy popular entre los siglos VII y VIII. Estas obras a menudo presentan formas geométricas repetidas, colores vivos y patrones ornamentales, y aparecen tanto en el interior como en las fachadas de los edificios.
Como herederas de una historia milenaria, ancestral y apasionante, un grupo de personas se involucra en las obras en mosaico que engalanan nuestras ciudades con un impacto visual y una belleza cautivantes. Este tipo de materiales resulta muy nobles y soportan las inclemencias de las condiciones meteorológicas en la Patagonia que permiten que se puedan colocar en los espacios públicos.
En diálogo con ADNSUR, la mosaiquista de Rawson Florencia De Benito explicó que “el arte del mosaico consiste en realizar una obra con azulejos, porcelanato, cerámicos, piedras, esmalte y vidrios que se pegan uno al lado del otro sobre una superficie (cemento, madera, chapa) con la intención de transmitir una historia”.
“Es una técnica milenaria y es el medio en el que me siento más cómoda para expresarme y en el que encuentro mi identidad. En los últimos años, hubo un avance por la tecnología y las características de las herramientas que permiten que podamos cortar cada material con nuestro mejor criterio para contar mejor una historia”, valoró.
“Mis obras tienen mucho color por el impacto en las emociones que generan en las personas. Los materiales tienen mucho color y permiten que uno pueda transmitir lo que lleva adentro”, expresó. “Cualquier persona con las técnicas específicas y los talleres puede llegar a realizar obras en mosaicos”, aclaró.
“Este trabajo demanda muchas horas. En mi caso, me dedico a esto en los tiempos libres porque trabajo a la mañana en la provincia, a la tarde como arquitecta en obras particulares, doy clases de mosaico y tengo una familia con mi marido y 2 hijas. Esto me apasiona y me doy el espacio para hacer las obras”, afirmó.
“Por lo general, me acompañan 10 a 15 personas para realizar los Murales. Es una comunidad amplia, comprometida y que continúa creciendo. Doy clases y la gente se va sumando y todo va creciendo”, precisó.
“Me acerqué al mosaico porque tenía la necesidad de sentirme bien. Muchos mosaiquistas te van a decir lo mismo. Te encontrás en meditación, trabajando con color y le hace bien a la cabeza y al ánimo”, reveló.
“Me acerqué a la idea de hacer el primer mural de la ballena en Puerto Madryn con la profesora Mónica Pira y Fernanda Jaton quienes también son referentes del mosaiquismo. Ahí pude vivir lo que es un Mural colectivo para compartir esta gran pasión. Nunca más dejé de capacitarme”, destacó.
Obras en la zona
“A lo largo de las clases en Rawson, Trelew y Gaiman surgió la posibilidad con Andrea James (otra mosaiquista reconocida en la zona) para hacer el Isologo en la plaza de Gaiman. Luego la comunidad religiosa me pidió un mural en el túnel de la ciudad. Seguimos en la escuela de Bryn Gwyn y en el homenaje a Juan Carlos Segura”, repasó.
“Mientras tanto surgía el proyecto de las ‘gaviotas’ de Playa Unión con Marita Demichele y Menena Pratolongo porque queríamos hacer un murete con 60 gaviotas y terminaron siendo 200 porque participaron artistas de otros lugares del país e incluso del exterior como Uruguay, Chile y Brasil. Fue un trabajo enorme que nos trajo mucha satisfacción”, subrayó.
“A lo largo de este proceso, surgieron otros murales como ‘El Principito’ en el Hospital ‘Santa Teresita’ de Rawson y sobre Malvinas en la Radio Municipal (que ADNSUR transmitió en VIVO el último 2 de abril). Continuamos con el logo de los Bomberos, el banco de la ex ministra de Educación Mirtha Romero y en mi casa particular”, agregó.
Participación en un evento nacional
“Dentro de la posibilidad de mejorarme con mis trabajos, surgió la posibilidad a través de mosaic.site.art de participar porque hicieron un evento en Capital Federal y convocaron a 92 artistas del mosaico para que presenten una obra inédita que teníamos que atravesar a los jurados de Buenos Aires, Brasil, Canadá y Grecia. Fui seleccionada para participar y me generó mucho orgullo y satisfacción. Estuve en la inauguración. La muestra va a seguir hasta el 10 de octubre en la galería ‘Jorge Newbery”, enfatizó.
Próximos proyectos
“Soy una bendecida. Cuando empecé con el mosaico, siempre me convocaron para hacer proyectos y uno nunca se niega. Ahora estamos con un proyecto en una plaza en Playa Unión, otro dos más para los Bomberos. Mi gran proyecto es traer una presentación de las obras en mosaico para Rawson dentro de los próximos 2 años”, anticipó.
“Los materiales del mosaico son nobles, la técnica es milenaria, no requiere mucho mantenimiento y –por eso- se utiliza en el arte público, las disfrutamos todos y le da identidad al lugar. Todo eso jerarquiza a esta técnica”, aseguró.
“Todo esto me permite ser feliz y encontrar una forma de expresión a través del mosaico del color y de la forma para compartir momentos con la gente. Este universo del mosaico me da mucha felicidad. Los invito a que se sumerjan en el mundo del mosaico”, completó la mosaiquista Florencia De Benito de Rawson.