Moscato, pizza y roedores: clausuraron Cayo Coco
Encontraron excremento de ratas y desagües de cloaca tapados.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Este martes, personal de la Subsecretaría de Fiscalización clausuró un restaurante ubicado en la intersección de Av. Rivadavia y Güemes tras constatarse falta de higiene en sus instalaciones, como así también presencia de excremento de roedores y desagües de cloaca tapados. “Nuestra intención no es clausurar locales, sino mantener una buena calidad de los productos que se ofrecen a los comodorenses”, explicó el subsecretario Daniel Campillay.
El procedimiento se llevó adelante en horas de la tarde, en el comercio denominado “Cayo Coco”, donde inspectores del área de Bromatología encontraron irregularidades de diversa índole, determinando su clausura de forma inmediata.
En ese contexto, Campillay indicó que “durante la inspección, se constató una importante falta de higiene, con presencia de excremento de roedores, grasa en la ventilación de las campanas, desagües de cloaca tapados y problemas edilicios en general, lo que ocasionó la clausura del local, de acuerdo a lo establecido por las normativas vigentes. Las actuaciones fueron derivadas al Juez de Faltas N° 3, Daniel Simunovich, quien determinará los pasos a seguir”.
En ese orden, destacó la importancia de las denuncias efectuadas al 0800 municipal, al manifestar que “este operativo se llevó adelante a raíz de un llamado anónimo al 0800-333-0706, en el cual se denunció el desagüe de cloaca tapado en el local de referencia. Luego, durante el control, se encontraron otras irregularidades en materia de higiene. Nuestra intención no es clausurar locales, sino mantener una buena calidad de los productos que se ofrecen a los comodorenses y que las instalaciones de los comercios estén como corresponde”.
“Nosotros insistimos permanentemente en las condiciones que deben llegar los alimentos a la mesa de cada ciudadano. En las últimas semanas se efectuaron varios controles en locales céntricos y, lamentablemente, están arrojando resultados negativos, ocasionando las clausuras pertinentes”, puntualizó.
Finalmente, Campillay expuso que “si un comerciante observa una irregularidad en sus instalaciones y estima no poder solucionarla, es preferible que cierre el lugar, lo repare, lo limpie, y luego lo reabra en las condiciones que marca la ley”.