Muerte de la estudiante chubutense: la familia apuntó contra el chofer del colectivo y donaron sus órganos
Isabella Marino tenía 18 años y hace poco tiempo había llegado a La Plata para estudiar Veterinaria. Murió trágicamente al caer de un colectivo. Su familia niega que se haya tirado. En medio del inmenso dolor, su mamá confirmó que la joven "no quiso irse sin dejar su huella de amor y le devolvió la vida" a tres personas.
Isabella Marino había llegado recientemente desde la ciudad de Trelew a La Plata para estudiar en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional. Sin embargo su vida y sueños se vieron truncados en un trágico accidente.
Las primeras informaciones daban cuenta que la estudiante chubutense de 18 años se habría equivocado de colectivo y al darse cuenta, se tiró con el vehículo en movimiento, pero su familia negó esta versión y apuntó contra el chofer.
“Tenemos el alma en pedacitos, nos mató un poco a todos ese colectivero hijo de puta que le abrió la puerta en movimiento y a velocidad a mi pequeña Isita provocando que caiga golpeando su cabecita”, contó su mamá Carolina Jones, a través de su cuenta en Facebook.
En medio del inmenso dolor por la muerte de su hija, la mujer destacó la personalidad de “Isita” asegurando que era una joven ”distinta, honesta, fresca, alegre, apasionada, COMPAÑERA, curiosa, buena buena buena con todas las letras y tantas pero tantas cosas más. Es imposible describirla, los que la quieren saben de qué hablo”.
"SU ÚLTIMA HUELLA"
La mamá de la joven chubutense contó que la familia decidió donar los órganos de Isabela. “Quiero contarles que no quiso irse de este plano sin dejar su última huella enorme de amor”, relato tras contar que los órganos de su hija fueron donados y le permitirán a tres personas seguir viviendo.
"Como última tarea le devolvió la vida a una mujer de 37 años, y a dos hombres de 39 y 49 años, quienes recibieron en forma directa e inmediata órganos que le permitirán seguir viviendo", informó la mamá de Isabela.