Muerte en pozo de agua: familiares cuestionaron las condiciones laborales

COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Familiares de Eusebio  (69) y Antonio Gauta (42) los dos peones que fallecieron en un pozo de agua el miércoles de la semana pasada en estancia El Estruendo, cuestionaron las condiciones en que trabajaban. A su vez, los familiares continúan esperando los resultados de las pericias para conocer lo que verdaderamente sucedió y terminó provocando la muerte de padre e hijo.

Carlos Gauta comentó que su hermano Antonio desde hace cerca de 30 años trabajaba en la estancia El Estruendo haciendo tareas generales mientras que su papá por el mismo periodo hacía changas en el lugar, justamente, el día que se dio el hecho, Eusebio se encontraba abocado a la limpieza de un galpón mientras que a su hijo le habían designado cerrar una llave de paso dentro del pozo del que jamás pudo salir con vida, informó diario Crónica.

“Él bajó a un pozo de 30 metros sin protección, cuando en realidad tendría que haber bajado con un cinto o algún arnés porque la escalera era muy vieja, estaba podrida y corroída porque era vieja” explicó y añadió que su hermano bajó con una bomba de 30 kilos lo que complicó aún más el panorama.

Gauta indicó que “cuando mi papá cayó no alcanzó a agarrar la escalera porque la misma tenía cerca de 15 metros y el agua había bajado por la bomba. La escalera quedó más arriba y asi estuvo trabajando más de 45 minutos”. Por tal motivo, recalcó que fue un gas tóxico el que los terminó matando.

Respecto al operativo mencionó que “nosotros llegamos el jueves como a las 8 y buscamos la cosas de mi hermano y fuimos al pozo pero no había nadie; recién alrededor de las 14 comenzaron a llegar y los sacaron”.

En otro orden, Carlos Gauta mencionó que recién durante la madrugada del jueves se enteraron de lo sucedido dado que nadie les había informado pese a que el accidente fue alrededor de las 11:30 horas del miércoles.

La viuda de Eusebio Gauta, Norma García planteó que “pasaron un día entero muertos y yo recién al día siguiente me enteré porque no me avisaron nada. Nadie se presentó para informarnos ni nos llamaron. No hubo explicaciones. Actuaron como si se hubiera muerto un perro”.

Por último, Lidia Gauta manifestó que era lamentable que no se le informara en primera instancia a la familia lo que había sucedido y expresó “nunca imaginamos que pasaría algo así, ahora tratamos de afrontar el dolor juntos. Es muy fuerte porque son dos vidas”.