La paciente Yasmín Flores entró a pabellón en una clínica privada ubicada en el barrio porteño de Congreso, y allí fue sometida a una cirugía estética.
Sin embargo, una semana después presentó problemas de salud y falleció a causa de una trombosis pulmonar.
El círculo cercano a la víctima ya trabaja en una denuncia contra el cirujano plástico Roberto López, quien fue quien la atendió, y lo acusan de operar "borracho y drogado", razón por la cual exigen justicia para que el caso no quede impune.
Lucas González, pareja de la mujer y con quien tiene un hijo de cuatro años, accedió a contar detalles de los días anteriores a la muerte de su acompañante y afirmó que hay testigos que estarían dispuestos a declarar en un eventual juicio contra el profesional.