Murió un nene de 5 años e investigan si consumió dióxido de cloro
El paciente ingresó en paro cardio-respiratorio en la madrugada de este sábado. Finalmente, horas más tarde se declaró su fallecimiento y se realizó una denuncia policial por muerte dudosa. La Justicia intervino en el caso.
PLOTTIER (ADNSUR) - Este sábado, un niño de 5 años falleció por un presunto consumo de dióxido de cloro. Así lo detalló en un comunicado oficial el Gobierno provincial de Neuquén. El hecho ocurrió en la localidad de Plottier.
El paciente ingresó en la madrugada de este sábado a la guardia externa del Hospital de Plottier en paro cardio-respiratorio, donde se le realizaron maniobras de reanimación sin obtener respuesta.
Finalmente, a la 1:15 se declaró su fallecimiento y se realizó una denuncia policial por muerte dudosa, donde la Justicia ya interno en el caso. Del interrogatorio a sus familiares, se desprende que el día anterior el niño había consumido dióxido de cloro. Así lo indica el comunicado.
En este sentido, es importante recalcar que desde el Ministerio de Salud se comunicó y se adhiere a las recomendaciones realizadas sobre el no consumo (ingesta, inhalación, inyección, etc.) de productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados.
Las recomendaciones a las que se adhiere fueron realizadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Organización Mundial de la Salud (OMS), Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT, Argentina) y Múltiples Sociedades y Organismos Científicos Iberoamericanos especializados en Toxicología.
El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones.
El dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y, si se ingieren pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemólisis, etc.), cardiovasculares y renales. La disminución de la presión arterial puede dar lugar a síntomas graves como complicaciones respiratorias debido a la modificación de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.