Otilia Acuña, integrante de Madres de Plaza de Mayo de Santa Fe, murió este martes a los 104 años en su provincia natal tras una larga lucha por los Derechos Humanos.
Su hija, Nilda Elías, fue una docente y militante, quien desapareció el 11 de abril de 1977 tras salir de la casa de su madre en el barrio Santa Rosa de Lima.
La joven, madre de tres hijos, fue asesinada mientras cuidaba de su familia, y su esposo, Luis Ismael Silva, había desaparecido en noviembre de 1976 tras ser secuestrado en la provincia de Buenos Aires.
Otilia asumió la responsabilidad de cuidar a sus tres nietos desde pequeños, y Valeria Silva, uno de ellos, se destacó por su participación en la agrupación HIJOS, donde adoptó como lema la frase: "La única lucha que se pierde es la que se abandona", y en honor a su legado, una calle en Santa Fe lleva el nombre de su hija y yerno.
Histórico caso de triple filiación en una provincia patagónica
A pesar de sus problemas de salud y su movilidad reducida en silla de ruedas, jamás se rindió en su incansable lucha por los derechos humanos, los reclamos gremiales de la docencia y las marchas por la igualdad de género.
La mujer una militante barrial que dedicó su esfuerzo a la defensa de los derechos de los adultos mayores en un área de bajos recursos de la capital santafesina, influenciada por su hija, quien le transmitió la importancia de luchar por los derechos de los demás.
Con información de C5N, redactada por un periodista de ADNSUR.