COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) -  Lo afirmó Carlos Scatizza, hidrogeólogo que trabajó en el descubrimiento de la Cuenca de Sacanana, en la Meseta chubutense, en 2011. El especialista dio una charla en Trelew y explicó, entre otras cuestiones, que el agua a utilizar por el Proyecto Navidad es similar a la que demanda el riego de 100 hectáreas de campo en un año.

La no vinculación entre la Cuenca del Sacanana, en la Meseta Central, y el Río Chubut; y las enormes reservas subterráneas sobre las que se emplaza el Proyecto Navidad, que prevé utilizar una proporción minoritaria de ese acuífero, fueron aspectos destacados por el hidrogeólogo Carlos Scatizza, titular de Hidroar S.A., firma que realizó los estudios por los cuales se descubrió, en 2011, la mencionada Cuenca.

Scatizza estuvo este jueves en Trelew, donde brindó una charla en la que dio detalles de las características del sistema de la Cuenca del Sacanana, que atraviesa varias localidades y parajes de la Meseta Central, donde se encuentra el Proyecto Navidad, la mayor reserva de plata del mundo aún sin explotar.

Scatizza puso el valor ese trabajo realizado y graficó que entre 2008 y 2011 se llevaron a cabo trabajos de exploración, de perforación y de análisis que demandaron una inversión de 150 millones de pesos, con el objetivo de conocer de manera fehaciente las características y el funcionamiento del sistema hídrico de la Meseta.

“El proyecto comenzó a trabajarse en 2005, para comprender cómo es el medio subterráneo, cuánta agua y de qué calidad hay en la Cuenca. Se hizo un trabajo de exploración y perforación de la cual surgieron planos de la hidrogeología regional”, detalló Scatizza.

“Se empezó a conocer el ciclo del agua, volúmenes y a hacer pronósticos basados en la geología y el llamado ecopotencial. En este sentido, en la parte hidroquímica se hicieron perforaciones y muestreos de aguas superficiales y subterráneas”, indicó.

En particular, en el espacio que ocupa el Proyecto Navidad -emplazado sobre una sola parte de la Cuenca- existe “una red de 40 puntos fijos de monitoreo que generan una base de datos importante para conocer la situación actual, previa al eventual inicio de la actividad en la zona. Ya hay registros de 10 años de niveles de agua y calidad del agua”, agregó.

En este contexto dijo que “entre 40 y 50 muestras se han sacado de cada punto para conocer el comportamiento del agua”, y que “en general, el agua de la cuenca de Sacanana es buena para ganado y para actividad industrial”.

Scatizza explicó que “la Provincia les exige a las mineras este tipo de estudios, y se trabaja de manera conjunta para establecer la base. Luego, la idea es contrastar para conocer cualquier cambio que se produzca durante la explotación de la mina”.

Dijo en este sentido que todos estos datos “los tiene la Provincia y están disponibles para la sociedad”.

Estos estudios se complementaron en 2011 con evaluaciones que el IPA hizo del mapa hidrogeológico de las cuencas de Sacanana y de Gastre, a partir de un crédito del CFI. “Con otra empresa que colaboró se estudió el tipo de roca, y una serie de variables, con el fin de definir cuánta agua tiende a evaporarse y cuánta a infiltrarse”, comentó.

Así, se llegó a la conclusión de que “casi todo vuelve a la atmósfera, pero lo que se infiltra son 254 hectómetros cúbicos por año”.

Riego e industria cervecera

En la zona particular del Proyecto Navidad, precisó Scatizza, hay una estimación de reservas subterráneas de “142 hectómetros cúbicos”. Y comparó: “El agua a utilizar en el proyecto Navidad equivale al riego de 100 hectáreas, donde se consumen 1,5 hectómetros por año”.

Sumó a la comparación el hecho de que, en el caso de que se habilite su explotación, “Navidad en los dos primeros años utilizará por día 5.000 metros cúbicos y luego pasará a 9.000”.

Y, a modo de ejemplo, comentó que una sola empresa cervecera en la que trabajó y que no se encuentra entre las líderes de ese mercado, usa 10.000 metros cúbicos por día, algo similar a lo previsto en Navidad.

Consultado sobre la razón de la existencia de aguas subterráneas en una zona inhóspita como la Meseta el hidrogeólogo indicó que, además del aporte de arroyos, “el agua está en todos lados, y solo hay que perforar para saber dónde”.

En particular, explicó que en Chubut “Chubut toda el agua subterránea está entre los 10 y los 150 metros. A más de 100 metros, en muy pocos lados. Solo vi en el yacimiento La Guitarra agua a 150 metros”, dijo en alusión a la reserva petrolera en el sur de la provincia.

Sin vinculación

En cuanto a la relación entre los acuíferos manifestó: “No existe ninguna vinculación entre esta cuenca de Sacanana y el Río Chubut. No hay manera de que exista contaminación en el Río Chubut porque el agua subterránea va hacia otro lugar y es una cuenca endorreica”, es decir que circula dentro de una zona delimitada.

En ese sentido expresó la importancia de que se haya aprobado recientemente en la Legislatura la conformación de los comités de Cuenca de Sacanana y de Gastre, con el objetivo de establecer un cuerpo para administrar los acuíferos.

Y precisó que “en la cuenca de Gastre”, no vinculada al Proyecto Navidad, “hay el doble aproximadamente de reservas”.

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