En una iniciativa poco común en el sector gastronómico, el café y restaurante De La Ribera, ubicado en el pintoresco Paseo de la Costa frente al río Limay, lanzó una convocatoria para contratar mozos mayores de 55 años. Este llamado pretende ofrecer oportunidades laborales a jubilados y personas mayores que suelen encontrar dificultades para reinsertarse en el mercado de trabajo.

Marcelo Montesinos, dueño del popular local situado en la isla 132, se inspiró en un restaurante de Villa Crespo, Buenos Aires, que había implementado una política similar, empleando únicamente a mayores de 60 años. "La idea surgió porque vi la iniciativa de un restaurante en Villa Crespo que había inaugurado con todo su personal de mayores de 60 años, jubilados y pensionados que necesitaban reinsertarse en el mundo laboral", explicó Montesinos. "Pensé que podríamos aplicar algo similar aquí, siempre buscando cómo incluir a personas con menos oportunidades en el mundo del trabajo", añadió.

La convocatoria de De La Ribera inicialmente estaba dirigida a personas que ya perciben una pensión o jubilación. Para llevar a cabo esta idea, Montesinos tuvo que informarse sobre las condiciones legales y contables necesarias para contratar a jubilados. La respuesta fue alentadora. "Me encontré con que es igual a contratar a una persona de cualquier edad, sólo hay una pequeña diferencia en los aportes, pero no es significativa", comentó el empresario, aclarando que la legislación permite que estos empleados cumplan jornadas reducidas, de entre 4 y 6 horas.

Con el asesoramiento necesario, Montesinos lanzó la primera convocatoria para mayores de 60 años, pero luego decidió flexibilizar el requisito, aceptando también a personas mayores de 55 años y eliminando la condición de estar jubilado. Esto permitió que personas que no tramitaron ninguna jubilación, pero que igualmente necesitan un empleo y no reciben ofertas por su edad, también puedan postularse.

"Buscamos personal de ambos sexos, con o sin experiencia. No es necesario que hayan trabajado como mozos antes porque nosotros ofrecemos capacitaciones constantes", agregó Montesinos.

El objetivo de esta iniciativa es doble: ofrecer una oportunidad laboral a personas que se han quedado fuera del mercado de trabajo y brindar una fuente de ingresos adicional para aquellos jubilados cuyo dinero no es suficiente para llegar a fin de mes. Montesinos subrayó su compromiso con la inclusión y la responsabilidad social, destacando que esta medida también podría inspirar a otros empresarios a considerar políticas similares.

La respuesta de la comunidad fue positiva, con numerosos interesados acercándose a De La Ribera para postularse. Este movimiento no solo beneficia a los nuevos empleados, sino que también enriquece la experiencia del cliente, promoviendo un entorno diverso y acogedor en el restaurante.

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