Neuquén pagará el gas más caro del país desde abril

Los habitantes de Neuquén se enfrentan a una realidad paradójica: a pesar de ser la provincia más importante en la producción de gas en Argentina, serán los que deban pagar el precio más alto por este servicio a partir del próximo mes de abril. El Gobierno anunció un cronograma de aumentos que se traducirá en un incremento que oscilará entre el 250% y el 350%, dependiendo del tipo de usuario.

Lo curioso de esta situación es que el aumento no sigue un criterio uniforme en todas sus etapas. En abril, los precios variarán entre 2,79 y 2,95 dólares el millón de BTU para usuarios de alto poder adquisitivo y para el servicio general, como comercios y pequeñas industrias. Si bien en esta primera etapa el precio de Neuquén no es el más alto, se sitúa muy cerca, con una diferencia mínima de apenas dos centavos de dólar.

Sin embargo, durante el período invernal, que abarca de mayo a septiembre, Neuquén sí se posicionará como la provincia con el precio más alto del gas, alcanzando los 4,50 dólares por millón de BTU. Solo algunas provincias como La Pampa, San Juan, San Luis, Mendoza, Salta y Tucumán deberán afrontar valores similares, mientras que otras, como Buenos Aires, con nula producción gasífera, tendrán precios más bajos.

Este aumento tendrá un impacto significativo en los consumidores neuquinos. Para algunos comercios de bajo consumo, el precio del gas podría multiplicarse hasta por diez. En el caso de los usuarios de alto poder adquisitivo, el incremento representará un 200% en la primera etapa y un 350% considerando la segunda.

Incluso para los usuarios de ingresos bajos y medios (N2 y N3), Neuquén se encuentra entre las provincias más afectadas. Con un rango de entre 0,74 y 0,78 dólares para el primer caso y de entre 1,10 y 1,17 dólares para el segundo, los consumidores neuquinos enfrentarán los precios más elevados del país.

Otro aspecto preocupante es que el precio del gas comenzará a vincularse con la cotización del dólar de cada mes, lo que significa que cada devaluación se traducirá automáticamente en un aumento en el costo del servicio.

Ante este panorama, surge el interrogante sobre el futuro del sistema de Canasta Básica Energética, que podría cambiar radicalmente el esquema actual de subsidios. Sin embargo, su implementación presenta desafíos técnicos y logísticos que aún no han sido resueltos.