Olivia, la nena de 2 años que estuvo al borde de la muerte por comer maní
"La endoscopia duró una hora eterna. Gracias a Dios, a las energías que nos mandaron, y a las manos de esos médicos excelentes, pudieron sacarle los restos de maní de ambos pulmoncitos", relata la mamá.
CAPITAL FEDERAL - Olivia Bustos, una nena de 2 años, vivió un drama que la tuvo al borde de la muerte por comer un maní. La madre de la nena, de Ensenada, contó su experiencia en Facebook, que se volvió viral en poco tiempo. Olivia sufrió un paro cardiorrespiratorio y neumonía. "Se salvó de milagro", dijeron los médicos.
La mamá de Olivia, Florencia Gómez Fediw, narró "la pesadilla" en su cuenta de Facebook. En los festejos del Día del Padre la familia salió a cenar.. "Antes de la comida, nos trajeron maní. Oli había comido muchas veces antes, jamás había pasado nada, por eso no nos preocupamos", recuerda la mujer en su posteo.
"Mientras masticaba, se empezó a reír, y cuando quiso tomar aire, le pasó todo directo al pulmón. En un segundo estaba color azul, con los ojos en blanco", continúa Florencia. Fueron al Hospital de Niños, pero no había endoscopista de turno en toda La Plata. Esperaron 6 horas por una ambulancia, hasta que la llevaron sedada e intubada a la Clínica del Niño de Quilmes, donde la esperaba un endoscopista del Garrahan.
"Llegó al límite: el oxígeno era cada vez menor, el cuerpo se empezaba a enfriar, y todos sus órganos estaban haciendo demasiado esfuerzo", continúa Florencia. La nena entró al quirófano, le pudieron sacar tres pedacitos de maní del pulmón derecho, pero cuando quisieron volver a intentarlo, hizo un paro cardiorespiratorio por 30 segundos. Decidieron suspender la endoscopia y llevarla a terapia intensiva.
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"Los pronósticos eran malos. Muy malos. Los maníes no sólo le habían entrado a los pulmones, sino que dentro de ellos habían largado aceite y sal, provocando una reacción química que se los estaba destruyendo", sigue la madre. Olivia dependía del respirador y el pulmón derecho tenía neumonía. Dos días más tarde, entró de nuevo a quirófano. "Hay más chances de que salga mal, que de que salga bien, tienen que estar preparados", les dijo el médico.
"La endoscopia duró una hora eterna. Gracias a Dios, a las energías que nos mandaron, y a las manos de esos médicos excelentes, pudieron sacarle los restos de maní de ambos pulmoncitos", relata la mamá.
A los dos días le sacaron el respirador, cuatro días después ya corría por los pasillos, y enseguida volvió a su casa. "Está 10 puntos", cuenta Florencia al diario Clarín, contenta porque su hija está sana y no tiene ningún tipo de secuelas.
"Tuvo mucha repercusión, se hizo muy viral, incluso cuando estaba internada. Nos empezaron a llegar mensajes de un montón de papás, la verdad que nos asombró mucho", sigue Florencia vía telefónica.