País reclamó la quita de la vacuna contra la meningitis
El Ministerio de Salud suspendió la aplicación a los niños de 11 años.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - A través de un nuevo proyecto presentado en el Congreso Nacional, el senador nacional Juan Mario Pais reclamó al Gobierno Nacional explicaciones por el incumplimiento del Calendario Nacional de Vacunación y la suspensión de la aplicación a los niños y niñas de 11 años de la vacuna antimeningocócica.
El planteo del legislador chubutense es en virtud de que el Ministerio de Salud interrumpió desde la semana pasada la aplicación de dicha vacuna sin informar oficialmente cuándo se reanudará la misma. En línea con lo planteado por Sociedad Argentina de Pediatría y la Sociedad Argentina de Infectología, entre otras instituciones, Pais reclamó que se garantice “el cumplimiento del Calendario Nacional vigente en todas las edades y con todas las estrategias recomendadas”.
La iniciativa reclama que el Ministerio de Salud informe sobre el estado de ejecución presupuestaria de las partidas destinadas al Calendario Nacional de Vacunación; detalle sobre la cantidad de niños mayores de 10 años afectados por Meningitis en la última década y que dicha cartera explique las razones por las cuales no cuenta con el stock suficiente de vacunas para cubrir a la totalidad de la población incorporada mediante la Resolución 10/15.
“Estamos ante una medida anunciada a través de medios de comunicación, sobre la cual no se han difundido los actos administrativos que la fundamenten, que pone en riesgo a un sector de la población, vulnerando preceptos constitucionales como el principio de progresividad de los derechos humanos y diversos tratados que protegen el derecho a la salud, los derechos de los niños, niñas y adolescentes”, denunció Pais.
Según informa la propia web del Ministerio de Salud, el meningococo es una bacteria que provoca enfermedades graves, como meningitis (inflamación de la membrana que cubre el cerebro) y sepsis (infección generalizada). Puede tener consecuencias fatales o dejar secuelas irreversibles como amputaciones, la pérdida de audición o una discapacidad. Los niños menores de 1 año constituyen el grupo más vulnerable, mientras que los adolescentes pueden ser portadores del germen y transmitírselo a los más pequeños.