Paritarias: De no llegar a un acuerdo, el gremio bancario anticipa un paro por 48 horas
La medida de fuerza se definirá a partir de la próxima reunión con el Ministerio de Trabajo, el próximo jueves 5 de mayo.
El pasado jueves 28 de abril, se concretó un paro nacional bancario, tras el fracaso de la última reunión realizada entre las cámaras empresariales y el gremio en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Esta semana volverán a reunirse.
A dos días de llevarse a cabo un nuevo encuentro entre las partes, la Asociación Bancaria y los representantes de los bancos públicos y privados retomaron las negociaciones informales tratando de acercar posiciones.
Por un lado, el gremio que conduce Sergio Palazzo no se quiere mover del aumento salarial del 60%, mientras que los representantes de Abappra, ABA, ABE y Adepa proponen un 55% de incremento.
La diferencia no es tan importante en cuanto a porcentajes, sino que radica en la cantidad de tramos en los que se haría efectiva la mejora.
Mientras La Bancaria reclama dos cuotas, los empresarios proponen un retroactivo a enero 15 % (incluyendo enero, febrero, marzo); y un 27% a partir de abril, llegando a octubre con un 55 %. Es decir, pagarían en abril en forma acumulada el 15% de los sueldos del primer cuatrimestre del año para después continuar con sucesivos porcentajes.
Cláusula de revisión en noviembre
Asimismo, plantearon que en noviembre habría una nueva reunión para analizar la evolución de la inflación y determinar si corresponde una corrección para no afectar el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras. Fuentes de las entidades crediticias remarcaron que "en los años anteriores, los bancos siempre compensaron la inflación, y este año se comprometieron a hacerlo otra vez".
Mientras se siguen desarrollando negociaciones para limar diferencias, el ministerio de Trabajo convocó a las partes a una audiencia el jueves próximo, donde la falta de acuerdo dispararía la profundización del plan de lucha con un paro en la actividad por 48 horas, entre otras medidas, que sólo podría evitarse si la cartera laboral que conduce Claudio Moroni decide intervenir dictando la conciliación obligatoria.