Pasear perros sin hogar: "es una forma de darles un poquito de amor"
Marianela Gutiérrez tiene 19 años y hace tres días que comenzó a pasear a Bali, un perro sin hogar de Rada Tilly, a partir de una propuesta de la Municipalidad para darle momentos de esparcimiento a los animalitos encerrados en el área de Veterinaria. "Mientras pueda sacarlo un ratito al menos lo voy a hacer, es una forma de darle un poquito de amor", dijo Marianela a ADNSUR
Marianela Gutierrez tiene 19 años, estudia Medicina en la UBA y por la pandemia lo hace a distancia. Con las mañanas libres, decidió que era buena idea participar de la propuesta del municipio de Rada Tilly y darle a los perros sin hogar la posibilidad de sentir contacto humano, una caricia, y dejar por algunas horas las jaulas para pasear por las calles.
Es que a principios de julio la Municipalidad de Rada Tilly convocó a voluntarios para pasear los perritos sin hogar que aguardan ser adoptados en las jaulas del área de Bromatología y Veterinaria de la Villa Balnearia. Y los voluntarios no se hicieron esperar.
Los objetivos de esta iniciativa son simples: regalarle a los perritos un ratito entretenimiento y de interacción con personas, y al mismo tiempo "mostrarlos" para que sea más fácil que encuentren una familia. Por el lado de los "humanos" que los pasean, incentiva la realización de una actividad al aire libre y el pasar tiempo con alguna mascota -para quienes quizás no tienen las condiciones apropiadas para adoptar una- y hasta puede resultar terapéutico, según algunos estudios. Y entre ambos se multiplican las muestras de cariño, algo que siempre viene muy bien.
"Vi la publicación en Facebook, y a la mañana no hago mucho, así que es una buena sacarlos a pasear, porque soy muy perrera", contó Marianela a ADNSUR.
Ya hace tres días que por la mañana va a buscar a Bali, un perro de gran porte con aspecto serio, pero que Marianela asegura que es "un dulce".
"Al principio quería saltar por todos lados, pero ahora esta más tranquilo", recordó sobre la emoción de los primeros paseos.
"Encima es un amor, parece un perro agresivo pero no es para nada así, se lleva bien con otros perros y con gatos", aseguró, y confesó que lo lleva un ratito a su casa para tratar de "convencer" a su familia. "Estoy tratando de a ver si mi mama se encariña y lo adoptamos", reconoció.
Porque los momentos vividos durante los paseos son divertidos, y se extrañan. "Yo lo dejo a Bali y ando moqueando un poco, porque ya me encariñé con el perro, pero mientras pueda sacarlo un ratito al menos lo voy a hacer, es una forma de darle un poquito de amor", sostuvo.