Pese a tener habilitadas las salidas transitorias, Giselle Rímolo no quiere abandonar la cárcel
La 'falsa médica' se niega a abandonar el penal de Ezeiza, donde se encuentra alojada desde hace 4 años. En Tribunales especulan con una posible mala relación con su ex marido Juan Carlos Gaineddu, con quien ella debía volver a vivir durante las salidas.
Luego de más de cuatro años detenida, Giselle Rímolo se niega a abandonar la cárcel donde se encuentra alojada por ejercicio ilegal de la medicina pese a que la Justicia le otorgó el beneficio de las salidas transitorias.
La 'falsa médica', condenada en 2012 a 9 años de prisión, recién ingresó al penal de Ezeiza en 2017, cuando la Corte Suprema confirmó el fallo y una delegación de la Policía Federal la detuvo en la casa de Don Torcuato que compartía con su entonces pareja, el abogado Juan Carlos Gaineddu.
Ahora, si bien hace un mes la Justicia de ejecución penal le otorgó las salidas transitorias por 48 horas al mes, Rímolo y su abogado defensor ya avisaron que no harán uso del beneficio.
Si bien no está claro el motivo de su decisión, el cual tampoco fue dado a conocer por ella, en Tribunales se especula que podría tener que ver con una mala relación con el mencionado Gaineddu, con quien ella debía volver a vivir durante las salidas.
Cabe destacar que su defensa, encabezada por Roberto Schalgel, impulsó durante casi toda la pandemia distintos pedidos para que su clienta sea sacada de la institución por peligro de contagio de COVID-19, y si bien las solicitudes fueron siempre rechazadas ahora, tras el otorgamiento de las salidas transitorias, Rímolo se niega a salir del penal.
La detenida, quien saltó a la fama en el año 2001 tras una cámara oculta realizada por Telenoche donde se la veía dentro de su clínica “Cidene” recetando medicamentos que había contrabandeado, obtuvo el beneficio por haber cumplido más de la mitad de su pena y por sus elevadas calificaciones en cuanto a conducta.
La falsa médica pasa sus días de encierro, desde el año pasado, en la casa N° 5 del Instituto abierto de pre-egreso “Juana Azurduy”, un grupo de viviendas donde se alojan las mujeres que tienen buena conducta y están cerca de recibir la libertad.
Luego de dos detenciones que pudo evitar pagando fianzas, en 2012, el Tribunal Oral Criminal N° 7 la encontró culpable de los delitos de homicidio culposo, ejercicio ilegal de la medicina, estafa en más de setenta ocasiones y tráfico de medicamentos peligrosos, dictándole una pena de 9 años de prisión.