Por el coronavirus, dos trasplantados viven su amor a la distancia y no ven la hora de reencontrarse
Ellos transitan la cuarentena lejos, cuidados y muy comunicados. Ansían verse y poder abrazarse. Una historia de superación y ejemplo solidario.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - Ella es trasplantada renal y él, bipulmonar. Acostumbrados a la espera en sus vidas, ahora nuevamente deben cargarse de paciencia, en medio de la pandemia del coronavirus, que volvió a ponerlos a prueba.
A Jorgelina Ferreyra y Federico Rivero los separan 452 kilómetros y cuatro meses desde la última vez que se dieron un beso. A esta altura del año, Jorgelina debería estar viviendo con él. Era parte del plan.
"Después de haber pasado por momentos extremos, hoy, en pleno aislamiento, podemos disfrutar de todo. Hasta de mirar la misma película: ella desde Mar del Plata y yo acá, en Los Polvorines, manteniendo dos horas una videollamada", explica Federico, enamorado.
Este medio lo acompaña desde que esperaba la cirugía que le devolvió una vida plena. Hoy lo presenta como protagonista de una historia de amor.
El comienzo de un vínculo que crece
Jorgelina es periodista y seguía su caso de cerca. "Le hice una nota y en diciembre del año pasado, lo conocí en persona. Ahí, comprobé esa conexión que ya percibía antes de tenerlo frente a mí. Ese mismo día, sentí que no quería que se fuera más de mi vida, fue así que comenzamos a transitar la relación", reconoce.
"Fede es ese amor sano, el amor que permite construir, crecer a la par. Tiene eso que se encuentra poco hoy en día: el hecho de ser empático y ayudar al otro. Aún habiendo pasado todo lo que le sucedió, supo ser resiliente y eso le permite estar para el otro", relata con admiración. Es que Federico, colabora en organizaciones de pacientes trasplantados, según detalla TN.
Jorgelina, claro, no se queda atrás. Se pone al frente de campañas de difusión, generando videos y contenidos para redes. Su última cruzada fue para el propio Federico. Sus bronquios comenzaron a cerrarse y la obra social demoró la autorización de una pequeña intervención. Después de insistir y lograr la aprobación, no conseguían un proveedor para los insumos médicos. Ella, con ayuda de la familia de Fede, llamó y consiguió lo necesario para avanzar con la prestación.
"Esta situación demoró nuestro reencuentro. Federico iba a venir a Mar del Plata a completar la cuarentena conmigo. Ahora esperamos una fecha para que se resuelva esta situación que pone en riesgo su capacidad pulmonar", explica Jorgelina.
"A la distancia, con sus acciones me deja bien en claro que está presente en todo momento (cómo habrás notado)", describe Federico a su novia. "No dudes en poner que la amo", aclara sobre el final, aunque no hace falta...
Sobre la comunicación virtual
"Acá el vínculo es muy real, no virtual. Dos personas que se relacionaban desde antes. Tenían un proyecto y en este momento, por la pandemia, se comunican de manera virtual. El refuerzo de los vínculos se logra con herramientas emocionales. Tiene que ver con la creatividad, la intensidad y la frecuencia que se le pongan los vínculos a la distancia", explica a TN Maria Silvia Dameno (M.N. 16260), licenciada en psicología.
Conversaciones diarias por whatsapp y videollamadas a la nochecita, hasta la madrugada, son los medios modernos que les permiten verse y hablarse en vivo y en directo a pesar de la distancia.
"El amor virtual que ahora todo el mundo parece haber descubierto, existe desde el siglo XVI, con las historias de las personas que se amaban por carta", recuerda la psicóloga pero agrega: "La intensidad del vínculo está en lo que cada uno pone de contenido en esa carta, en ese chat o en esa videollamada", concluye Dameno.
A Federico, le gusta decir que están "cuidados, pero viviendo" mientras que Jorgelina espera "continuar la vida conjunta" como merecen. "Viviendo con la libertad que siempre anhelamos".
Fuente: TN/Por Guillermo Lobo