Por los reclamos salariales, peligra el inicio de clases en ocho provincias
La situación más preocupante se presenta en la provincia de Buenos Aires y Santa Cruz.
CAPITAL FEDERAL - Cuando falta un mes para que llegue el primer día de clases, el comienzo del ciclo lectivo peligra en ocho provincias a raíz de los reclamos salariales. En otra docena de distritos la situación es incierta, porque todavía no empezó la negociación entre los gobiernos provinciales y los gremios locales.
La situación más preocupante se presenta en la provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% de la matrícula escolar -unos 4,5 millones de alumnos-, y el conflicto también está latente en Santa Cruz, donde el año pasado se perdieron 115 días de clases. La amenaza pesa, además, sobre Entre Ríos, Neuquén, Misiones, Tucumán, Tierra del Fuego y Chubut.
Los gremios ya anticiparon que no aceptarán la pauta del 15% que impulsa el Gobierno. Las negociaciones aparecen este año marcadas por dos particularidades: la eliminación de la paritaria nacional docente y el pacto fiscal que todas las provincias, salvo San Luis, firmaron con la Nación. Ese acuerdo impone fuertes restricciones al gasto provincial y acota el margen de los gobernadores para ofrecer subas.
Al margen del reclamo salarial de este año, la provincia de Buenos Aires arrastra antecedentes de comienzos de clases conflictivos. La gobernadora María Eugenia Vidal todavía no convocó a los sindicatos docentes, pero en su entorno dejaron trascender que la oferta de aumento salarial no se moverá de lo que espera la Casa Rosada: una suba del 15 por ciento, probablemente sin cláusula gatillo.
Los gremios docentes bonaerenses ya advirtieron que, si esa es efectivamente la propuesta, irán al paro en las 16.000 escuelas bonaerenses. Se quejaron, además, de la falta de señales. La última reunión a la que fueron citados para discutir salarios fue en diciembre último. Los dirigentes sindicales creen que la demora es intencional y busca llevar la negociación al límite temporal para "demonizar" a los sindicatos.
En el gobierno de Vidal, por el contrario, aseguran que la falta de apuro tiene que ver con "cambiar la lógica" de la negociación con los maestros y "dejar de correr" detrás de "las amenazas" de Roberto Baradel, el dirigente sindical con mayor protagonismo en la provincia. El año pasado, los alumnos bonaerenses perdieron 16 días de clases por paros.
Cerca de Vidal no tienen dudas de que el jefe del Suteba va a agitar el paro, y probablemente concretarlo, más allá de cuál sea la oferta de aumento que finalmente transmita el gobierno de Vidal. "Cuando vos hablás de parar desde diciembre del año pasado sin que te hayan ofrecido nada es porque querés ir al choque pase lo que pase", razonan en La Plata. Niegan, además, que el comienzo de clases, previsto para el lunes 5 de marzo, esté hoy en duda.
EL LARGO CONFLICTO DEL SUR
También en Santa Cruz la situación es compleja. Por tercer año consecutivo, las clases no empezaron a tiempo. La actividad debía retomarse el jueves último para completar el calendario escolar de 2017, del que se perdieron 115 días por huelgas, pero los gremios dispusieron un nuevo paro de 48 horas por el posible despido de 200 docentes. Esta semana la situación no mejorará: volverán a parar el jueves.
Hay provincias en las que todavía no hubo contactos entre el gobierno y los sindicatos, pero sí trascendió cuál sería la oferta oficial y los gremios ya reaccionaron en contra. Ese combo se repite en Entre Ríos, Neuquén, Misiones y Tucumán. También en Tierra del Fuego y Chubut, que atraviesan situaciones financieras muy complicadas.
La primera de ellas tiene un déficit de $2000 millones y ya inició un fuerte ajuste para cumplir con las metas del pacto fiscal. El gobierno de Rosana Bertone admitió públicamente que no habrá aumentos salariales para el sector público, incluidos los docentes.
En Chubut, en tanto, el gobernador Mariano Arcioni ya avisó que la suba salarial no será la que esperan los docentes, aunque no dio porcentajes. "Convocamos a todos para que colaboren. Cada uno tiene que ceder un poquito", abrió el paraguas en los últimos días. Antes había advertido que Chubut no puede pagar su deuda. El gobernador también reclamó a la Legislatura chubutense, en la que está en minoría, la sanción del pacto fiscal, cuya demora ya produjo un recorte en los recursos que le envía el gobierno nacional.
UN LOTE EXPECTANTE
En un segundo lote se ubican las provincias en las que todavía no hubo reuniones entre el gobierno local y los gremios, pero en las que, además, no trascendieron ofertas para las paritarias. Son Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Catamarca, La Rioja, San Luis, Salta, Chaco, Formosa, Jujuy, Río Negro y la ciudad de Buenos Aires, .
Sin embargo, en ningún distrito salvo San Luis, que no firmó el pacto fiscal y suele despegarse del resto con subas (o blanqueos de sumas en negro) por encima de la media, se espera que los ofrecimientos superen el 15 por ciento. Está en duda la continuidad de la cláusula gatillo, que se incluyó en la mayoría de los acuerdos del año pasado y que fue clave para destrabar las negociaciones. La Casa Rosada quiere erradicarla.
La demora en convocar a los maestros se explica en buena parte porque, obligados a reducir el gasto, en muchos casos drásticamente, ningún gobernador quiere desmarcarse y ser el primero en mover su ficha poniendo un porcentaje sobre la mesa. "Todos miran a Buenos Aires y Buenos Aires los mira a ellos", graficó ante LA NACION un funcionario nacional que sigue de cerca el desarrollo de la paritaria. Algunos mandatarios ya avisaron que la primera reunión con los docentes será después del 15, cuando queden apenas dos semanas para negociar.
Aun sin contactos formales entre las partes, la negociación está avanzada en Corrientes, donde el radical Gustavo Valdés anunció que ofrecerá más del 15%; Mendoza, que complementaría la suba de 15,7% que ya acordó con los estatales con otros ítems como un plus para material de trabajo; San Juan, que también prevé salirse de la pauta nacional y ofrecer una suba de al menos 18%, y Santiago del Estero, donde los gremios están alineados con el gobierno provincial, por lo que se descuenta que el acuerdo se logrará sin problemas y las clases comenzarán a tiempo.
Fuente: La Nación