Preocupación por la alta demanda en las guardias neuquinas
La provincia enfrenta una de sus semanas más críticas en términos de contagios y demanda hospitalaria, según advierten los profesionales de los hospitales.
En Neuquén, las guardias hospitalarias están desbordadas debido a un pico inesperado de contagios que llevó a una saturación de los servicios de urgencia. Esta situación afecta especialmente al Hospital Provincial Neuquén, el centro de mayor complejidad de la región, donde los profesionales de la salud están enfrentando una demanda sin precedentes.
"La semana epidemiológica que transitamos es la más alta en contagios de los últimos tiempos", alertó Belén Ehlers, jefa del Servicio de Urgencias y Emergencias Pediátricas del Hospital Provincial Neuquén. A pesar de que el invierno aún no comenzó oficialmente, el número de consultas superó significativamente las expectativas, con cifras comparables a las de los picos invernales.
En condiciones normales, la guardia del Hospital Castro Rendón atiende entre 60 y 70 pacientes diarios. Sin embargo, esta semana se vio un incremento drástico, con hasta 170 pacientes por día. "Es muchísimo para una guardia, con tiempos de espera que varían entre dos a tres horas si no aparece una emergencia", señaló Ehlers. La mayoría de estas consultas, alrededor del 90%, corresponden a casos de "código verde", es decir, síntomas leves o recién aparecidos que no requieren atención urgente.
El rango de edad de los pacientes abarca desde recién nacidos hasta adolescentes de 14 años, con los escolares mayores de dos años siendo los más afectados. Los virus predominantes son los de la influenza A, que causan síntomas típicos de gripe: mocos, tos, estornudos, dolor de cabeza y garganta, decaimiento, y en algunos casos, malestar estomacal y diarrea.
Ehlers puntualizó que los signos que requieren atención inmediata incluyen dificultades respiratorias severas, fiebre en menores de tres meses, o fiebre acompañada de cambios en la coloración de la piel o falta de apetito en los más pequeños. Para los niños mayores, se recomienda un baño tibio y analgésicos, esperando al día siguiente para consultar a un médico de confianza si los síntomas persisten.