Qué es el Síndrome de Estocolmo, el trastorno que usó Javier Milei para referirse a los manifestantes
El presidente aseguró que las personas que salieron a manifestarse después de anunciar su DNU lo padecen y despertó críticas por la manera de expresarlo.
Luego de las medidas anunciadas a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, Javier Milei brindó una entrevista y ratificó que los manifestantes que salieron el miércoles por la noche y jueves por la madrugada padecen el Síndrome de Estocolmo.
El presidente habló con el periodista Jonathan Viale en Radio Rivadavia y fue consultado por las personas que se movilizaron en sus barrios y que inclusive fueron hasta el Congreso de la Nación para que dé marcha atrás con lo dicho.
“Puede ser que haya gente que sufre el Síndrome de Estocolmo. Básicamente que están abrazados y enamorados del modelo que los empobrece, pero eso no es la mayoría de los argentinos”, había afirmado Milei esta mañana.
La sorprendente frase despertó desde críticas hasta curiosidad por conocer del trastorno que ha afectado a muchas personas a lo largo de la historia.
Según la información de la Asociación Americana de Psicología, es un trastorno mental y emocional en la que una persona cautiva muestra desde lealtad hasta afecto con el secuestrador.
“El rehén hasta puede llegar a ver a las fuerzas del orden o los rescatistas como enemigos porque el captor está en peligro", explica la AAP.
Todo esto lleva al año 1973 cuando una mujer fue rehén en un banco de Estocolmo, Suecia, y quedó emocionalmente apegada a uno de los delincuentes que partió en dos su situación con otro hombre y se mostró fiel al secuestrador luego de ser enviado a la cárcel.
Nils Bejerot, psiquiatra y criminólogo de ese país, le puso Síndrome de Estocolmo a ese tipo de casos que al día de hoy se sigue utilizando en la materia.
En resumen, es una reacción psicológica de una víctima de un secuestro o retención en contra de su voluntad en la que desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo con su secuestrador.