El sistema financiero internacional se puso en alerta ante la caída de Silicon Valley Bank. Se trata de la segunda mayor quiebra bancaria desde el 2008. 

El viernes pasado, la historia de 40 años de Silicon Valley Bank llegó a un abrupto final cuando los reguladores cerraron el banco y nombraron a la Federal Deposit Insurance Corporation como su administrador judicial. Para las startups y los inversores que vienen financiando a SVB como banco, planteó nuevas preguntas sobre los depósitos.

Para el ecosistema de empresas emergentes de EE.UU, la noticia supone el fin de una era. Hace días, Silicon Valley manifestó su preocupación por los fondos y un plan de acción que asustó al sector.

SVB es un prestamista crucial para las empresas en fase inicial, y es el socio bancario de casi la mitad de las empresas estadounidenses de tecnología y sanidad respaldadas por capital riesgo que cotizaron en bolsa en 2022.

Silicon Valley Bank fue fundado en 1983 y creció con rapidez debido a las inversiones en la zona, que es conocida por tener a las grandes firmas de tecnología, como Google, Tesla, Facebook, Apple, Microsoft, Netflix, entre otras. Con el paso del tiempo, comenzó a tener presencia en otras regiones de Estados Unidos. Posteriormente, tuvo operaciones en Israel, Irlanda y Alemania. Sus principales negocios eran con fondos que invertían en compañías que no cotizaban en la bolsa. Tal era su éxito que colaboraba con alrededor de 50% de las firmas tecnológicas.

Además, ofrecía asesorías, servicios de banca privada y productos financieros.

SVB figuraba dentro de los 20 bancos más importantes de Estados Unidos por el tamaño de sus activos. Sin embargo, pese a su gran éxito, las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense (Fed) para controlar la inflación, el recorte de personal en las empresas tecnológicas y crisis como la de los semiconductores, afectaron la capitalización bursátil. Esto empezó a divisarse desde 2022, tras el relajamiento de las medidas impuestas por la pandemia de COVID-19.

Cuál fue el motivo de la quiebra

1) Se contrae la demanda por financiación. El enfriamiento del mercado de la financiación es consecuencia del incesante aumento de los costos de los préstamos por parte de la Reserva Federal durante el último año, así como de la elevada inflación.

2) Aversión al riesgo inversor. Los inversores en capital riesgo también se muestran más reticentes a firmar grandes cheques debido a la caída del mercado bursátil, en particular de las acciones de empresas tecnológicas de altos vuelos.

Silicon Valley Bank es una institución enfocada principalmente en empresas emergentes, especialmente del sector tecnológico y científico

3) Falta de liquidez. SVB se está encontrando con dificultades por el consumo de su efectivo debido a la disminución de los depósitos de “startups” -empresas de nueva creación- que se enfrentan a una sequía de financiación de capital riesgo.

4) Temores por la venta masiva de acciones. El banco se vio obligado a realizar una venta forzosa de títulos el miércoles 8 por valor de USD 21.000 millones, lo que supuso unas pérdidas de USD 1.800 millones y se tradujo en una caída del 60% de sus acciones en Wall Street.

5) Efecto “cascada” sobre el sector bancario. First Republic, con sede en San Francisco, se desplomó un 16,5% tras tocar su nivel más bajo desde octubre de 2020. First Republic y SVB fueron los valores que más bajaron porcentualmente del S&P 500 en la sesión del jueves, mientras que la pérdida de JPMorgan pesó más que cualquier otra acción en la caída del 1,9% del S&P 500.

Depósitos

SVB contaba con un grupo de depositantes relativamente pequeño y muy comprometido. Unos 37.000 clientes representaban casi 157.000 millones de dólares –unos 147.300 millones de euros–, es decir, el 74% de los activos del banco, con un tamaño medio de cuenta de más de 4 millones de dólares.

Esto contribuyó a reforzar la reputación de SVB como banco de referencia de Silicon Valley en los buenos tiempos, pero agravó la crisis cuando se produjo, entre el jueves y el viernes.

El seguro de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) solo protege 250.000 dólares por cuenta –unos 235.000 euros–, lo que significaba que a finales de 2022, alrededor del 88% de los 173.000 millones de dólares –162.325 millones de euros– en depósitos del banco no estaban asegurados.

Según Rick Remiker, ex alto ejecutivo de un gran banco regional, es posible que no se apreciaran plenamente los riesgos de concentración de clientes e industria de SVB.

"Aunque parecía que tenían una base de clientes muy diversificada, la realidad es que un pequeño número de empresas de capital de riesgo y de capital privado eran las que mandaban en todas estas empresas tecnológicas en fase inicial y media", ha asegurado Remiker a Business Insider. "Esa concentración aumenta los vaivenes salvajes, con una gran crisis de confianza y la carrera por retirar efectivo".

La empresa recibió grandes fondos en 2021, y cuando la Reserva Federal subió las tasas con fuerza y los rendimientos de los bonos del Estado se dispararon, el valor de mercado de los bonos hipotecarios de SVB se desplomó.

Esto llevó a la empresa a acumular miles de millones en pérdidas sobre el papel, convirtiendo al banco en técnicamente insolvente. Por supuesto, solo eran pérdidas sobre el papel, y SVB podría haber salido de la situación sin muchos problemas.

Mientras tanto, a medida que se agotaban los fondos de capital de riesgo y las nuevas empresas se esforzaban por ampliar su recorrido, muchas de ellas empezaron a retirar dinero de sus cuentas.

Los depósitos en SVB cayeron de 198.000 millones de dólares –185.783 millones de euros– en marzo de 2022 a 165.000 millones –154.819 millones de euros– a finales de febrero de 2023.

Fuente: Ámbito 

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