Un vuelo desde el aeropuerto de Neuquén se vio retrasado este jueves debido a un incidente conocido como "bird strike", cuando una aeronave impactó con un ave durante el despegue. Este tipo de incidentes, aunque comunes en la aviación, pueden generar complicaciones y costos importantes. Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el 90% de los bird strikes ocurren en las cercanías de aeropuertos, sobre todo durante las maniobras de despegue o aterrizaje.

La proximidad de ciertos aeropuertos a cuerpos de agua o áreas con alta concentración de fauna aumenta la posibilidad de colisiones con aves. En Neuquén, el aeropuerto está cerca del río Limay, lo que incrementa el riesgo de encuentros con aves locales como bandurrias y chimangos.

Para mitigar estos riesgos, los aeropuertos emplean diversas estrategias. En Argentina, se realizan recorridos preventivos por las pistas, se utilizan fuegos artificiales o pirotecnia para ahuyentar a las aves, y en algunas estaciones aéreas, como el aeropuerto de Chapelco en San Martín de los Andes, se emplean halcones adiestrados. Estos halcones persiguen y espantan a las aves locales que frecuentan las pistas de aterrizaje y despegue, lo que ayuda a evitar accidentes.

Aunque la mayoría de los bird strikes no resultan en daños graves, en algunos casos pueden causar aterrizajes de emergencia o desviaciones de vuelos. El impacto depende del tamaño del ave y de la parte del avión en la que ocurra el choque. Según autoridades del aeropuerto de Neuquén, si un ave, como una bandurria, ingresa en una turbina de un avión, podría causar daños severos. En cambio, aves más pequeñas pueden chocar contra el parabrisas sin romperlo en aeronaves comerciales, aunque sí podrían dañar aviones más ligeros como los de entrenamiento.

El problema de las aves no siempre es fácil de controlar. Aunque los pájaros suelen asustarse y alejarse ante la presencia de un avión, no siempre se puede predecir hacia dónde volarán. “El riesgo es constante, porque puede pasar una o mil aves, y todas representan un peligro potencial para la seguridad del vuelo”, afirmaron desde el aeropuerto.

Para evitar incidentes, el protocolo de seguridad de los aeropuertos se enfoca en mantener a las aves alejadas de las pistas, pero el desafío continúa. Bandadas de loros barranqueros y otras especies locales son una presencia constante en la región de Neuquén, lo que genera una serie de riesgos durante las operaciones de las aeronaves.

La utilización de halcones como método de control de aves no es exclusiva de Argentina. Este sistema se implementa en aeropuertos civiles y militares de todo el mundo, como en Madrid Barajas en España o la base militar de Villacoublay en Francia. Según especialistas, este método resulta efectivo ya que los halcones persiguen a las aves sin dañarlas, obligándolas a alejarse de las zonas de riesgo.

Con información de DiarioRN, bajo supervisión y edición de un periodista de ADNSUR.

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