Se hundió en Santa Cruz el velero que quiso replicar la travesía de Magallanes
El velero de "Don Luis", la embarcación que quiso cruzar el Pacífico por los 500 años de la "Travesía Magallánica", terminó bajo el agua. El temporal de viento y las fuertes olas de las últimas horas lo hundieron frente a las costas de San Julián, donde llevaba un tiempo amarrado y se había convertido en parte de la estampa marítima de la ciudad.
SAN JULIAN - El temporal de viento que se desplegó sobre gran parte de las provincias patagónicas en las últimas horas -y que produjo innumerables destrozos en Comodoro y ciudades del valle chubutense- fue responsable también de hundir la embarcación que había sido preparada para realizar la "Travesía Magallánica" por todo el pacífico, desde San Julián hasta Sevilla, España.
El velero "Don Luis" zozobró durante la tarde del viernes, frente a la costa de San Julián. Allí estaba anclado desde hace un tiempo y se había se había convertido junto a la Nao Victoria- en una nueva postal de la ciudad.
El proyecto "Travesía Magallánica" tenía no solo apoyo popular sino apoyo político, con avales en la Legislatura de Santa Cruz y diversas instituciones para incentivar el turismo en la región. De hecho, en el Congreso de la Nación se había presentado un proyecto para declararlo de Interés para la Cámara de Diputados por lo su significado patrimonial, cultural y turístico.
La idea de cruzar el pacífico imitando el trayecto que Hernando de Magallanes hizo en 1520. Pero la pandemia por coronavirus obligó a suspender las celebraciones programadas y a posponer el viaje. y este viernes el viento y las fuertes olas hundieron al velero de Miguel Oscar Rodríguez
El velero “Don Luis” debía su nombre a Luis Piedrabuena, quien fuera defensor de la soberanía patagónica, siendo la embarcación embajadora itinerante de la provincia, sus valores y su cultura.
El recorrido previsto era partir desde San Julián, vuelta por Estrecho de Magallanes, subiendo por el océano pacífico, evaluando como posibilidad de hacer diferentes postas, recalando en diversas ciudades, rotando regular y periódicamente la tripulación. La idea era divulgar el propósito del viaje en cada puerto arribado, haciendo una presentación tipo proyección con datos, relatos, dando a conocer el espíritu de la travesía, recuerda La Opinión.