A partir del 1 de julio, entrará en vigor en todo el territorio argentino un período de 180 días para implementar la Ley de Receta Electrónica, que implica la adaptación al sistema de plataformas digitales y representa un cambio significativo en la forma en que se prescriben los medicamentos y tratamientos en el país.

Hoy en Argentina, muchos actores del sector de la salud utilizan plataformas digitales para prescribir fármacos de manera electrónica, pero a partir del próximo 1 de julio, con la entrada en vigencia del Decreto 345/2024 y la nueva reglamentación de la Ley 27553, la prescripción digital se volverá progresiva pero obligatoria a nivel nacional.

Este cambio tiene como objetivo “facilitar el proceso y contribuir a la seguridad y eficiencia en la atención sanitaria” de acuerdo con la evaluación oficial. 

Sin embargo, plantea desafíos en cuanto a la protección de datos, la adaptación de sistemas y profesionales, y la accesibilidad en zonas sin conexión a Internet estable.

Según fuentes del Ministerio de Salud de la Nación, se garantizará la continuidad de los tratamientos, ya que la receta en papel seguirá siendo utilizada en caso de que la modalidad electrónica no esté disponible.

La receta electrónica, con estándares de calidad definidos, asegurará que solo profesionales matriculados y habilitados emitan recetas, facilitando la trazabilidad del proceso y simplificando tareas administrativas. 

Además, se espera que proporcione herramientas a los médicos para tomar decisiones de tratamiento más informadas.

El plan de implementación de la receta electrónica comenzará el 1 de julio e incluirá un período de adhesión, registro y adecuación de 180 días, con la publicación de una disposición en el Boletín Oficial esta semana.

El programa también contempla la integración y estandarización de sistemas para crear una red nacional coherente y eficiente, adaptando y mejorando continuamente las tecnologías en uso para garantizar su compatibilidad y eficacia.

El Ministerio de Salud aseguró que fortalecerá las conexiones entre las plataformas para permitir que las recetas electrónicas se emitan, transmitan y reciban sin obstáculos, facilitando el acceso y seguimiento de tratamientos médicos en todo el país.

Se garantizará la protección de la identidad de los pacientes y su información personal, al tiempo que el sistema permitirá al Estado obtener datos confiables, ordenados y anónimos sobre la salud de la población, lo que orientará las políticas sanitarias y contribuirá a la calidad de los servicios de salud.

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