Cecilia Dué llevaba una vida normal junto a su marido y sus hijas cuando en enero pasado contrajo Covid-19. La mujer presentó falta oxígeno en sangre y por ello tuvo que ser trasladada a una clínica privada. Estuvo dos semanas en recuperación hasta que pudieron trasladarla a sala común y le dieron el alta.

Pensando que ya lo peor había pasado, horas después de estar en su casa comenzó con dolores abdominales fuertes y debió volver a la clínica. Había tenido una trombosis en los intestinos, como secuela del coronavirus. "Se le generó un coágulo y los intestinos dejaron de funcionar", contó Jenifer Troncoso, su hija a ADNSUR.  La demora de los síntomas lo relacionan con el efecto de los analgésicos que ingirió estando internada.

Los médicos le quitaron ambos intestinos en sus partes atrofiadas dejando sólo 40 centímetros, y le informaron a la familia que no sabían si tenía posibilidades de sobrevivir. "Estuvo otro mes en terapia intensiva, con el abdomen abierto, le colocaban mallas para que no entren bacterias", recordó sobre esos días angustiantes donde las cadenas de oración se replicaban.

Su recuperación fue un largo proceso ya que en un principio estaba con suero hasta que un par de días después la conectaron lo que se llama "alimentación parenteral". De a poco le fueron comenzando a dar agua y gelatina para ver como funcionaban los intestinos. La alimentación parenteral va por zonda, mediante un cateter en el pecho, y todos los días la conectan a la noche y desconectan a la mañana. "Tiene las proteínas y nutrientes que su cuerpo necesita, ya que no puede ingerir todo por boca. Hasta hoy come muy pocas cosas", contó la hija de Cecilia.

COMPLICACIONES PARA LA COBERTURA 

Antes del covid, Cecilia trabajaba cuidando a dos nenes y haciendo la limpieza de la casa, aportaba a OSPACP (Obra Social del Personal Auxiliar de  Casas Particulares),  pero nunca se dio de alta porque se pagaba una obra social prepaga (OSDIPP), cuando sucede lo de la cirugía, la prepaga se entera de que en realidad estaba aportando a OSPACP, entonces deja de hacerse cargo.

OSPACP está ubicada en Buenos Aires, y les informó a los familiares que no podían afiliarla porque no existe en Comodoro, no iba a tener cobertura, y así comenzaron las gestiones para que se hagan cargo.  "Mi mamá debería estar con internación domiciliaria, y no la estamos pudiendo pagar, todos los medicamentos que ella toma los abonamos de forma particular, al igual que la bolsa de colostomia que tiene. Tuvimos que pagarle a una abogada para que nos solucione este tema, mandamos una carta documento y estábamos logrando que OSPACP se haga cargo de la cirugía de reconstrucción", dijo  Jennifer a ADNSUR.

Cecilia requiere si o si la cirugía para mejorar su calidad de vida. Foto: facebook
Cecilia requiere si o si la cirugía para mejorar su calidad de vida. Foto: facebook

"En el medio, mi papá hizo la jubilación, así que directamente pasó a PAMI, pero al momento de pasar a mi mamá le dijeron que no porque ella aportaba a OSPACP.  Con mi hermana hicimos el trámite de unificación de aportes en abril y salió hace un mes y medio. Lo que quiere decir que en vez de dirigirse a OSPACP, están yendo a PAMI".

Sin embargo, cuando se acercaron a PAMI con el papel de respaldo correspondiente para afiliarla "desde la institución nos dijeron que no se puede afiliar por medio de este trámite, que no existe", pese a que desde la superintendencia confirmaron la existencia del trámite porque ya se encontraba aportando hacia PAMI".

Por lo que Superintendencia de Salud elevó a juicio a PAMI por la negativa de aceptarla como afiliada y cuya resolución no tiene los mismos tiempos que Cecilia que requiere la operación.

DE QUÉ SE TRATA LA CIRUGÍA

Cecilia viajó hace dos meses y medio a la Clínica Favaloro en Buenos Aires para un control pagando todo de forma particular.  Según contó Jenifer en ese momento le dijeron que estaba en condiciones de hacerse la cirugía de reconstrucción, el cirujano les explicó que "cortan los intestinos 'en fetas' para alargarlo más y poder unir el intestino delgado con el grueso. Una vez que se logra eso, se cierra el abdomen y se observa como reacciona el cuerpo.

Esta cirugía "puede ser que salga bien como no". Si no sale bien, tiene que continuar con la bolsa de colostomia. 

Los medicamentos, las bolsas de colostomia, y también la alimentación parenteral se está abonando de forma particular, llevan gastados cerca de 420 mil pesos, porque son insumos indispensables. Si la cirugía se abona de forma particular tiene un costo de alrededor de 1 millón 300 mil pesos.

La rifa es para poder recaudar todo el dinero que haga falta, se puede comprar a través del facebook "Jennifer Troncoso", o al 2974321551. En lo posible por mensaje.

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